En una reveladora entrevista, el taxista Mauricio ha confirmado detalles clave sobre la fuga del peligroso sicario venezolano Alberto Carlos Mejía, quien está acusado de asesinar al empresario conocido como el «Rey de Meiggs».
Según el relato de Mauricio, Mejía se subió a su taxi en Arica, cerca de la frontera con Perú, después de haber sido liberado de la cárcel apenas dos días antes. El taxista, sin saber que transportaba a un prófugo de la justicia, llevó a Mejía hasta el puesto de control militar en Chacalluta, donde los militares lo revisaron y le permitieron salir del país.
Complicidad militar en la fuga del sicario
Mauricio explicó que es práctica habitual que los militares controlen a las personas que intentan salir ilegalmente del país. «A todas las personas que van saliendo ilegal del país, las dejamos antes de los militares, en un estacionamiento. De ahí ellos tienen que hacer el proceso de controlarse con los militares y de ahí salen del país», detalló.
En el caso de Mejía, los militares lo revisaron y le dieron luz verde para cruzar la frontera, a pesar de que el taxista notó que el prófugo «andaba con una chaleca aparte, en la mano, como si estuviera escondiendo algo» y que tenía un tatuaje característico en la mano que lo identificaba.
Jactándose de sus delitos
Según el relato de Mauricio, durante el trayecto en el taxi, Mejía y otro de los pasajeros iban «jactándose de que lo habían tomado preso en Estados Unidos» y hablando sobre «la experiencia en otros países donde habían estado detenidos».
Esta revelación pone de manifiesto la gravedad de la situación y la necesidad urgente de investigar la posible complicidad de las autoridades en la fuga de este peligroso criminal.