Ozzy Osbourne, el legendario cantante de heavy metal fallecido recientemente a los 76 años, es recordado por muchas de sus hazañas escandalosas. Pero sin duda, una de las más impactantes y llamativas es la vez que mordió la cabeza de un murciélago en pleno concierto.
El incidente ocurrió el 20 de enero de 1982 en el Veteran Memorial Auditorium de Iowa, Estados Unidos, durante un show solista del líder de Black Sabbath. En medio de la adrenalina del espectáculo, Ozzy arrancó de un mordisco la cabeza del pequeño mamífero, ante la atónita mirada de los presentes. Esta anécdota se convertiría con el tiempo en una de las leyendas más retorcidas y famosas del rock en vivo.
Pero, ¿cómo llegó un murciélago al concierto de Ozzy? Según relatos, el animal había sido capturado por el hermano de un fan llamado Mark Neal, quien acudió al recital con la intención de lanzar el murciélago al escenario. Al ver el ave, Ozzy pensó que se trataba de un juguete de goma y no dudó en morderla.
En sus memorias, el propio Ozzy recordó el incidente con estas palabras: «Sin embargo, algo se sentía mal. Muy mal. Para empezar, mi boca se llenó instantáneamente de este líquido cálido y sombrío, con el peor regusto que puedas imaginar. Podía sentirlo manchando mis dientes y corriendo por mi barbilla. Entonces la cabeza en mi boca se contrajo. Oh, jódeme, pensé. No fui a comer un maldito murciélago, ¿verdad?».
Tras el incidente, Ozzy tuvo que acudir al hospital para vacunarse contra la rabia. Años después, en 2001, el Príncipe de las Tinieblas volvió a referirse a aquella noche: «Siempre me preguntan, ¿te gustó, Ozzy?, ¿por qué lo hiciste, Ozzy? Hasta que muera. ¡Y luego me desenterrarán y me preguntarán de nuevo!».
Este episodio, junto a otros excesos y escándalos, forjaron la leyenda de Ozzy Osbourne como una de las figuras más icónicas y controvertidas del heavy metal. Su legado como vocalista de Black Sabbath y su carrera en solitario lo convirtieron en una de las voces más influyentes del rock duro.
