Con profunda tristeza, debemos informar el fallecimiento de Ozzy Osbourne, el legendario cantante de heavy metal conocido como el «Príncipe de las Tinieblas». Osbourne, quien fuera el vocalista de la banda pionera Black Sabbath, falleció a los 76 años, rodeado de su familia.
La vida de Ozzy Osbourne estuvo marcada por los excesos y las extravagantes anécdotas que lo convirtieron en un verdadero mito del rock. A pesar de sus batallas personales, Osbourne se mantuvo activo y en contacto con sus fanáticos, actualizándolos sobre su estado de salud.
Hace menos de tres semanas, en un concierto de despedida en Villa Park, Birmingham, Osbourne se sentó por última vez en un trono y deleitó a sus seguidores con éxitos icónicos como «Iron Man», «Paranoid» y «Sabbath Bloody Sabbath». En esa ocasión, el artista expresó: «He estado postrado durante seis años y no tienen idea de cómo me siento, gracias desde el fondo de mi corazón».
Con Ozzy Osbourne a la cabeza, Black Sabbath revolucionó la industria del heavy metal, estableciendo un sonido y una imagen que definieron el género. Según el bajista Geezer Butler, «Queríamos expresar cómo veíamos el mundo en ese momento».
Más allá de la música, Osbourne también dejó su huella en el mundo del cine, apareciendo en varias comedias, como «El Hijo del Diablo» de Adam Sandler. Además, tuvo su propio reality show, «The Osbournes», donde compartía su vida familiar con su esposa Sharon y sus hijos.
El legado de Ozzy Osbourne como ícono del heavy metal y figura cultural es indeleble. Su partida deja un vacío en la industria musical, pero su espíritu rebelde y su pasión por la música seguirán inspirando a generaciones de fanáticos y artistas por venir.
