En una escena que podría calificarse como estremecedora, un periodista en Bacabal, noreste de Brasil, vivió un momento desgarrador mientras cubría la desaparición de una niña de 13 años. Lenildo Frazão realizaba un reportaje sobre la búsqueda de Raíssa, quien se había ahogado el día anterior mientras nadaba con amigos en el río Mearim, casi a 3.000 kilómetros al norte de Sao Paulo.
Mientras intentaba mostrar la profundidad y los peligros del río, el reportero ingresó al agua con el micrófono en mano. Fue entonces cuando algo blando le rozó los pies. «Creo que hay algo aquí abajo», se le escucha decir en el registro audiovisual, visiblemente afectado.
Un descubrimiento devastador
El inquietante momento fue grabado por su equipo y rápidamente se viralizó en las redes sociales. Pocas horas después, los equipos de rescate retomaron la búsqueda en el punto indicado por el reportero y confirmaron que allí yacía el cuerpo de Raíssa.
La adolescente era estudiante de una escuela municipal de la zona, por lo que se decretó tres días de luto. En tanto, familiares y vecinos organizaron una vigilia en su memoria. La autopsia confirmó que la causa de muerte fue un ahogamiento accidental, sin rastros de violencia.
Actuación siguiendo protocolos
Respecto al periodista, la emisora para la que trabaja aseguró que este actuó siguiendo los protocolos de seguridad y con acompañamiento de las autoridades. Si bien el descubrimiento fue accidental, su cobertura responsable y respetuosa ayudó a brindar cierre a esta trágica situación.
Este desgarrador suceso sirve como un recordatorio de la importancia de la seguridad y la sensibilidad en el periodismo, especialmente cuando se trata de cubrir eventos tan dolorosos. La labor de Lenildo Frazão, aunque impactante, demuestra cómo los profesionales de la comunicación pueden desempeñar un papel crucial en momentos de crisis, ofreciendo información valiosa y acompañando a las comunidades afectadas.
