El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a arremeter contra los equipos deportivos que han decidido abandonar nombres considerados racistas hacia la población nativa estadounidense. En esta ocasión, Trump ha exigido a los Washington Commanders de la NFL que «recuperen inmediatamente» su antiguo nombre de Washington Redskins, que cambiaron en 2020 por sus connotaciones peyorativas.
«Los Washington ‘Lo que sea’ deberían cambiar su nombre INMEDIATAMENTE a Washington Redskins. Hay un gran clamor por ello», escribió el exmandatario en su plataforma Truth Social. Trump insistió en que «lo mismo ocurre con los Cleveland Indians, uno de los seis equipos originales de béisbol, con un pasado histórico».
En 2021, ese emblemático conjunto pasó a ser conocido como los Cleveland Guardians, también en respuesta a la presión de movimientos de justicia social en el país norteamericano. «Nuestro gran pueblo indígena, en masa, desea que esto suceda. Su herencia y prestigio les están siendo arrebatados sistemáticamente», advirtió Trump.
Además, el expresidente amenazó a los Commanders con entorpecer las negociaciones para el regreso de la franquicia a la ciudad capital si no cambian el nombre de nuevo al original «Washington Redskins» y no eliminan el mote de «Washington Commanders». «El equipo valdría mucho más y el acuerdo sería más emocionante para todos», indicó.
Sin embargo, expertos en justicia social y derechos de los pueblos originarios han criticado duramente estos intentos de Trump por mantener nombres ofensivos. Para ellos, el cambio de denominación es un paso necesario para reconocer y reparar los daños históricos sufridos por las comunidades nativas.
¿Logrará el expresidente imponer su voluntad a los equipos deportivos o prevalecerá el respeto a la diversidad y la inclusión? El debate en torno a los nombres racistas en el deporte estadounidense parece lejos de resolverse.