En un nuevo y devastador episodio de violencia, el Ejército de Israel ha atacado brutalmente a un grupo de civiles palestinos que aguardaban la llegada de camiones con harina en la ciudad de Beit Lahia, en el norte de la Franja de Gaza. El saldo es desgarrador: al menos 81 palestinos muertos y unos 150 heridos, algunos de gravedad.
Según testigos presenciales, los cuerpos de al menos 37 víctimas llegaron al Hospital al Shifa, en la capital gazatí, mientras que otros 19 fueron trasladados a la Clínica Sheikh Radwan. Lamentablemente, se estima que los cadáveres de unas 50 personas aún permanecen en las calles de Beit Lahia.
Una crisis humanitaria sin precedentes
Este nuevo ataque se produce en medio de una grave crisis humanitaria que azota a la Franja de Gaza, donde la población civil se ve cada vez más desesperada por acceder a alimentos y otros suministros básicos. Organizaciones como la Agencia de la ONU para Refugiados Palestinos (UNRWA) han denunciado que Israel está «matando de hambre» a los civiles en Gaza al impedir el ingreso de ayuda.
De hecho, el incidente de Beit Lahia ocurrió cerca de uno de los puntos de distribución de alimentos respaldados por Estados Unidos, lo que evidencia la desesperación de la población por obtener recursos esenciales. Según una investigación reciente del diario Haaretz, las tropas israelíes tienen «luz verde» para disparar a los palestinos que se acercan a estos centros de distribución, con el objetivo de dispersar a las masas.
Un patrón de violencia y negligencia
Lamentablemente, este no es un hecho aislado. Sucesos letales como este se repiten a diario en la Franja de Gaza, donde la población civil se ve atrapada en un ciclo de violencia y privaciones que parece no tener fin.
Desde la perspectiva de los expertos, esta tragedia es el resultado de una política deliberada de Israel para castigar y someter a la población palestina, sin importar el costo humanitario. La comunidad internacional ha condenado enérgicamente estos actos, pero hasta ahora las acciones para poner fin a esta crisis han sido insuficientes.
Mientras tanto, los palestinos de Gaza siguen luchando por su supervivencia, enfrentando la constante amenaza de la violencia y la escasez de recursos básicos. Esta situación es inaceptable y exige una respuesta urgente y contundente de la comunidad internacional para proteger a los civiles y garantizar su acceso a la ayuda humanitaria.
