En un panorama político marcado por la polarización, la carrera presidencial en Chile ha tomado un giro inesperado. Jeannette Jara, la candidata del Partido Comunista, ha logrado captar la atención del electorado con una estrategia de campaña que se aleja de los cánones tradicionales.
Según el análisis del exalcalde de Las Condes, Joaquín Lavín (UDI), Jara está llevando a cabo una campaña que «pone énfasis en las personas y las emociones», lo que se asemeja a la estrategia que él mismo utilizó en 1999 cuando se enfrentó a Ricardo Lagos. «La emoción es la razón principal del voto siempre. ‘Viva el cambio’ (de la elección contra Lagos) era pura emoción. Y esa campaña fue muy parecida a la que tendría que hacer Jara, en el sentido de que la campaña en 2000 era ‘aquí voten por la persona, olvídense de la ideología, Pinochet no, la UDI no’… Es un poco lo que está haciendo Jara con el PC», declaró Lavín.
Para Lavín, esta estrategia de Jara es «correcta» y la posiciona como una candidata de talla. «Cuando sabes que vas a perder si esto es por ideología, tienes que centrar la campaña en las personas, en las emociones», afirmó. Sin embargo, reconoce que Jara «tiene un problema» debido a que «que gane un candidato de continuidad en el Chile de hoy es prácticamente imposible».
Pese a este desafío, Lavín considera que Jara es «una gran candidata, al nivel Bachelet al menos». De hecho, llega a afirmar que «Yo diría que Jara es tan buena o mejor candidata que Bachelet. No necesitó subirse a un tanque para hacer lo que es».
La campaña de Jara parece estar resonando con el electorado, al centrarse en las personas y las emociones, en lugar de la ideología. Esto podría representar un cambio significativo en la dinámica de la carrera presidencial, desafiando las expectativas y abriendo la puerta a una posible sorpresa en las urnas.
