La grieta entre el presidente Javier Milei y su vicepresidenta Victoria Villarruel se ha profundizado aún más, justo cuando se cumple un año desde que él la borrara del mapa oficial del Estado argentino. Ahora, Villarruel se ha convertido en el objetivo de la furia libertaria de Milei, luego de que el Senado, cuyas sesiones ella preside, aprobara por mayoría una serie de leyes sociales que el presidente rechaza por considerar que ponen «en riesgo» su política fiscal de «déficit cero».
Fiel a su estilo, el presidente reaccionó llamando a Villarruel «traidora» y acusándola de complicidad con el kirchnerismo, sembrando dudas sobre su rol institucional. Pero Villarruel es una figura incómoda dentro del universo más fiel a Milei, a pesar de que ambos compartieron tiempo como diputados nacionales entre 2021 y 2023.
La Vicepresidenta Ultraconservadora y Nacionalista
Villarruel representa un ala ultraconservadora y nacionalista, negacionista del terrorismo de Estado, hija de un militar que participó en la represión ilegal durante el gobierno de Isabel Martínez de Perón (1974-1976) y cercana al excarapintada Aldo Rico. En campaña, fue clave para tender puentes con sectores del Ejército, de la Iglesia Católica y del voto más duro. Sin embargo, en la gestión quedó relegada, sin presupuesto, sin poder real y con un rol decorativo.
La Sesión del Senado que Desató la Pelea
La sesión del Senado que potenció la pelea entre Milei y Villarruel aprobó por mayoría un trío de leyes: el aumento del 7,2% para jubilados y pensionados, la prórroga de la moratoria previsional y la declaración de emergencia de fondos para personas con discapacidad. Para Milei, el detonante no fue solo el contenido de las normas, que ya anticipó que vetará, sino el hecho de que Villarruel, en su calidad de titular del Senado, haya habilitado el debate, algo que el presidente considera «imperdonable».
La Respuesta de Villarruel
Acostumbrada a dejar pasar los embates con prudencia, esta vez Villarruel eligió contestar desde su cuenta personal de Instagram. En los comentarios de una publicación, le respondió a un usuario que la criticaba: «Si hay equilibrio, entonces asistir a los más desprotegidos no debiera ser tan terrible. El tema es que un jubilado no puede esperar y una discapacitada, menos. Que ahorre en viajes y en la SIDE (Secretaría de Inteligencia del Estado) y listo».
En otro mensaje, la vicepresidenta agregó: «Cumplir con mi función constitucional no es destruir el país. Y putearme por los jubilados y los discapacitados me da la tranquilidad de estar en el apoyo de los argentinos más vulnerables».
La Reacción de Bullrich y la «Crisis Política»
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, también embistió rápidamente contra Villarruel, acusándola de ponerse del lado de los «senadores kirchneristas». Desde el círculo íntimo de Milei, admiten que hay una «crisis política» por el enfrentamiento con la vicepresidenta, aunque el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, asegura que «no hay ninguna crisis institucional».
Para los argentinos, no es una novedad que haya un quiebre entre un presidente y su vicepresidente. Sin ir más lejos, Cristina Fernández de Kirchner humilló más de una vez públicamente a Alberto Fernández. Y allá por 2008, el vicepresidente Julio Cobos -radical- desempató una votación en el Senado con un «voto no positivo» que fue en contra de las retenciones pretendidas por la entonces presidenta en su guerra con el sector agropecuario.
