La cantante Karen Paola se encuentra en un nuevo y complicado escenario legal, enfrentando una demanda por $100 millones de pesos presentada por el médico Pedro Vidal. Esta situación se desencadenó después de que Paola acusara públicamente al cirujano de una «mala praxis estética», describiéndola como «una carnicería».
Según el equipo legal del doctor Vidal, estas declaraciones de Paola han generado un perjuicio económico cuantificable, reflejado en la reducción de pacientes interesados en procedimientos con el médico. Poseen evidencia comparativa que demuestra la baja en solicitudes médicas tras las afirmaciones de la cantante, en contraste con los meses y años anteriores. Esto les permitiría argumentar el impacto negativo en la reputación y actividad profesional del cirujano.
La disputa se remonta a cuando Paola relató públicamente su experiencia con una intervención estética realizada por Vidal, calificándola como «una carnicería». Estas declaraciones fueron consideradas por el médico como injuriosas y calumniosas, motivo por el cual presentó una querella inicial en su contra. A pesar de esta primera acción legal, la cantante reafirmó su postura en un programa matutino, asegurando que no siente la necesidad de disculparse por lo que expresó, ya que considera sus palabras legítimas según su vivencia.
Esta negativa a retractarse provocó que el equipo legal del médico presentara una segunda demanda, esta vez por daño a la imagen profesional del cirujano. Según el periodista Michael Roldán, panelista del programa «Sígueme», la demanda fue elaborada por el abogado Marcelo Ulloa, quien estaría próximo a notificar oficialmente a Karen Paola.
Existe la posibilidad de que esta demanda millonaria se suspenda si la cantante decide entregar las disculpas públicas que inicialmente se le solicitaron. Sin embargo, por el momento, Paola no ha mostrado intención de dar marcha atrás en su postura, lo que mantiene en firme el curso judicial.
Este nuevo episodio marca un complejo momento para Karen Paola, quien ahora deberá enfrentar no solo la presión mediática, sino también una batalla legal que podría significar importantes consecuencias económicas si no logra resolver el conflicto con el médico demandante.