El deporte chileno está de luto. Este viernes 18 de julio se confirmó el fallecimiento de la atleta María Gracia Urbana Varas Fuenzalida, otrora seleccionada nacional en la categoría U20. La joven velocista, de apenas 23 años, afrontaba un delicado estado de salud que la mantenía internada. Presentaba un cuadro de mononucleosis, una enfermedad autoinmune que comprometió varios de sus órganos.
María Gracia dejó una huella imborrable en las pistas y en el corazón de quienes compartieron con ella su pasión por el deporte. Representante del Club Manquehue, se destacó en pruebas de velocidad, salto largo y salto triple, además de formar parte del equipo nacional de relevo 4×100 metros femenino.
Una estrella en ascenso
Su talento la llevó a competir en torneos internacionales con la camiseta de Chile, consolidándose como una de las atletas más prometedoras de su generación. Desde una temprana edad, María Gracia demostró una habilidad excepcional en el atletismo, logrando destacar en las categorías juveniles y atraer la atención de entrenadores y fanáticos por igual.
Para quienes tuvieron el privilegio de conocerla, María Gracia era mucho más que una atleta de élite. Era una joven alegre, apasionada y con un espíritu inquebrantable, que inspiraba a todos los que se cruzaban en su camino. Su dedicación y perseverancia en el entrenamiento eran un ejemplo a seguir para sus compañeros.
Un legado que perdurará
Aunque su vida se apagó demasiado pronto, el legado de María Gracia Varas seguirá vivo en el deporte chileno. Su historia servirá de inspiración para las generaciones venideras de atletas, quienes buscarán emular su talento, su determinación y su amor por la competencia.
En este momento de profundo dolor, la comunidad deportiva se une para honrar la memoria de esta joven estrella. Sus logros y su espíritu serán recordados con cariño y admiración, y su nombre quedará grabado en la historia del atletismo nacional como el de una atleta que brilló con luz propia, pero cuya luz se apagó demasiado pronto.
