En un golpe contundente contra la corrupción, la Fiscalía ha formalizado cargos contra un oficial de Carabineros y un conocido empresario de Chillán, en la región de Ñuble, por una serie de delitos que van desde el cohecho y el soborno hasta el enriquecimiento ilícito y la obstrucción a la investigación.
La investigación se desprende de la llamada Operación Varsovia, donde las autoridades desbarataron en 2022 una red dedicada al robo de autos de alta gama y maquinaria agrícola. Durante la indagatoria, se descubrió una amistad entre el civil y el uniformado, lo que les habría permitido obtener beneficios mutuos a través de diversos actos de corrupción.
Los Cargos Imputados
Según la Fiscalía, el empresario Hernán Ferrada habría realizado pagos irregulares al capitán Diego Torres para obtener favores en su negocio de alquiler de maquinaria y otras actividades. Por su parte, el oficial habría logrado recursos que le permitieron construir una vivienda cuyo valor superaba ampliamente sus ingresos.
Las Defensas se Pronuncian
Los abogados de ambos imputados han salido en su defensa. El letrado de Torres, Juan Francisco Rodríguez, asegura que los cargos se basan en un informe de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) que no consideró préstamos obtenidos por su cliente, cuyo sueldo y el de su pareja serían suficientes para la construcción de su vivienda.
Por su parte, el abogado del empresario, Cristian Manasevich, afirma que los pagos realizados a Torres no eran coimas, sino que correspondían a la financiación de un encuentro social en el marco de la postulación de Ferrada al grupo de alguaciles.
La Decisión Judicial
En la audiencia, los jueces rechazaron el pedido de sobreseimiento de algunos delitos imputados a los acusados. En su lugar, decretaron como medidas cautelares el arraigo nacional y la prohibición para el oficial de contactar a miembros de la institución testigos en la causa.
Este caso pone de manifiesto la importancia de la labor de la Fiscalía y los organismos de control en la lucha contra la corrupción, que sigue siendo un desafío crucial para la sociedad chilena. La transparencia y la rendición de cuentas deben ser pilares fundamentales para recuperar la confianza de la ciudadanía.
