La reciente disputa entre las actrices Ingrid Cruz y Francisca Merino ha generado un gran revuelo en el mundo del espectáculo nacional. Sin embargo, ahora el fotógrafo Jordi Castell ha salido en defensa de Merino, revelando detalles sorprendentes sobre los verdaderos hechos que desencadenaron este escándalo.
Todo comenzó cuando Ingrid Cruz acusó a su colega Francisca Merino de «maltrato», a lo que Merino respondió afirmando que el conflicto se originó porque Ingrid fue la «amante» de su expareja, Luciano Cruz-Coke. Según Merino, ella mantenía una relación con Cruz-Coke cuando descubrió que Ingrid se había involucrado con él a sus espaldas.
Jordi Castell destapa la verdad
Ahora, Jordi Castell, quien en su momento fue muy cercano a Pablo Illanes (el hombre que le contó a Francisca Merino sobre la infidelidad de Ingrid), ha salido en defensa de su compañera Merino, asegurando que era un secreto a voces que Ingrid Cruz se había involucrado con el exnovio de Francisca.
«Tengo que salir… más que en defensa, a validar a nuestra compañera Pancha Merino, porque ahí se fueron por lana y salieron trasquiladas», comentó Castell en el programa «Tal Cual». Según el fotógrafo, en la época en que ocurrió este escándalo, «Ingrid se hacía la víctima», cuando en realidad «era sabido que Ingrid mantenía una relación paralela con el senador».
La versión de Ingrid Cruz
Por su parte, Ingrid Cruz relató en su podcast «Di la Verdad Rosa»: «Ya han pasado muchos años, y de hecho, ella me pidió disculpas después. Pero claro, Pancha Merino me hizo la vida imposible. Me tiraba la ropa, me pisoteaba las cosas, me trataba de ‘rota’. Fue súper duro».
La respuesta de Francisca Merino
Francisca Merino, por su lado, no tardó en responder: «Yo pololeaba con Luciano Cruz-Coke y ella se lo tiraba, se lo agarraba y trabajaba conmigo. Se agarró a mi pololo y era compañera mía de elenco. Cuando lo descubrí, que me lo contó Pablo Illanes, llevaban meses viéndose a mis espaldas. Obviamente, la encaré y la habré insultado, no me acuerdo si la ‘rotié’».
Ahora, con las revelaciones de Jordi Castell, queda claro que la versión de Francisca Merino es la que se ajusta más a la realidad de los hechos. Este escándalo ha puesto en evidencia la complejidad de las relaciones interpersonales en el mundo del espectáculo y la importancia de contar con testigos que puedan esclarecer la verdad.