En una sesión especial cargada de recriminaciones y debates políticos, la Cámara Baja de Chile ha aprobado este lunes un proyecto de ley que establece el voto obligatorio en el país. La iniciativa, presentada por la diputada Joanna Pérez (Demócratas), contempla multas que van desde 0,5 a 3 Unidades Tributarias Mensuales (UTM) -entre $34.000 y más de $200.000- para quienes no cumplan con el deber de sufragar.
Sin embargo, el proyecto incluye una cláusula que exime a los extranjeros no nacionalizados de ser multados por no votar. Esta disposición ha sido objeto de debate, con algunos legisladores como el diputado Tomás Hirsch (Acción Humanista) insistiendo en que Chile es una «anomalía mundial» al permitir que «extranjeros avecindados» voten en las elecciones presidenciales.
Reacciones Encontradas
La aprobación del proyecto ha generado reacciones encontradas entre los diferentes sectores políticos. Desde la oposición, se ha manifestado la intención de respaldar la iniciativa, postura que también compartiría un sector significativo del oficialismo.
Por su parte, la diputada Flor Weisse (UDI) acusó que la izquierda buscaría cierto provecho político con el proyecto, aunque reconoció que puede ser objeto de indicaciones y que se debe seguir trabajando para perfeccionarlo, a pesar de los pocos meses que quedan para las elecciones de noviembre.
Implicaciones y Próximos Pasos
La aprobación de este proyecto de ley de voto obligatorio con la exención para extranjeros no nacionalizados plantea importantes implicaciones. Por un lado, busca incentivar la participación ciudadana en los procesos electorales, pero al mismo tiempo genera debates sobre la inclusión política de la población migrante.
Ahora, el proyecto deberá pasar por el Senado y, de ser aprobado, el Servicio Electoral deberá determinar el padrón provisorio de votantes y establecer los montos de las multas con la mayor brevedad posible, de modo que la ciudadanía esté debidamente informada antes de los comicios de noviembre.
Este debate en torno al voto obligatorio y la participación de extranjeros en las elecciones refleja la complejidad de los temas electorales en Chile, donde se busca equilibrar la inclusión democrática y la soberanía nacional.
