En una decisión contundente, la Corte Suprema ha removido al director y subdirector de la Corporación Administrativa del Poder Judicial (CAPJ) por su responsabilidad en el denominado «Caso Lexus». Este escándalo surgió a raíz de la polémica compra de 22 vehículos Lexus ES300h, con un valor superior a los $50 millones, destinados a reemplazar los Toyota Camry utilizados por los ministros y el fiscal de la Corte.
Según informaron desde el Poder Judicial, el Pleno de la Suprema decidió, por mayoría, confirmar la sentencia apelada, donde se impuso a ambos funcionarios la suspensión de sus funciones por un mes en el mencionado proceso disciplinario. La decisión se tomó debido a la «pérdida de confianza» en el director, Ricardo Guzmán Sanza, y el subdirector, Zvonimir Koporcic Alfaro.
Antecedentes del Caso Lexus
El caso se originó cuando se anunció la compra de los lujosos vehículos Lexus, lo que generó una fuerte polémica. La Asociación de Funcionarias y Funcionarios Judiciales (OTJ) criticó que esta adquisición resultara «contraria al carácter austero de la judicatura».
Ante la presión pública, finalmente se decidió dar marcha atrás a la compra, evitando así un gasto de más de $1.200 millones. Sin embargo, la investigación administrativa reveló irregularidades en el proceso, lo que llevó a la destitución de los máximos responsables de la CAPJ.
Implicaciones y Reacciones
La decisión de la Corte Suprema ha sido vista como un claro mensaje de que no se tolerarán este tipo de gastos excesivos y falta de transparencia en el manejo de los recursos públicos. Para los consumidores y contribuyentes, esto representa un triunfo en la lucha por una administración de justicia más austera y responsable con el dinero de los ciudadanos.
Sin embargo, algunos expertos en derecho administrativo señalan que la destitución de los directivos podría generar inestabilidad en la gestión de la CAPJ, lo que podría tener un impacto en el funcionamiento del Poder Judicial a corto plazo. Será crucial que la Corte Suprema designe nuevos líderes capaces de restablecer la confianza y la transparencia en esta importante institución.
En definitiva, el «Caso Lexus» ha dejado una lección valiosa sobre la necesidad de mantener un estricto control y rendición de cuentas en el manejo de los recursos públicos, incluso en las más altas esferas del Poder Judicial.