Arturo Squella, presidente del Partido Republicano, ha lanzado duras críticas contra la candidata presidencial del Partido Comunista, Jeannette Jara. En una entrevista con Radio Pauta, Squella afirmó que Jara «llega a ser incluso, en ciertas condiciones, sinónimo de hambre en el futuro».
Según Squella, lo que realmente le interesa a Republicanos es hablarle a aquellas personas de 30 años que llevan 4 años trabajando como profesionales y que han tratado de conseguir su casa propia, pero se han dado cuenta de que eso es imposible. «Eso se debe a la mala gestión, a malas políticas públicas y todo se acentuaría con una administración de Jeannette Jara. Si Gabriel Boric es sinónimo de falta de oportunidades para esa gente, Jeannette Jara llega a ser incluso, en ciertas condiciones, sinónimo de hambre en el futuro. Eso es lo que la gente tiene que tener a la vista», dijo el líder republicano.
Críticas a las propuestas económicas de Jara
Squella cuestionó duramente las propuestas económicas de Jara, afirmando que «cuando tú tomas decisiones en función de cómo las toma una persona que cree que las instituciones hay que intervenirlas; cuando tú crees que para subir los sueldos hay que hacer una expansión monetaria sin tener respaldo; cuando tú sientes que el Banco Central está tomando malas decisiones y lo intervienes directamente (…), la verdad es que la economía no funciona».
Además, Squella criticó la idea de la «producción estratégica», en la que el Estado tendría una mayor injerencia, argumentando que «el sinónimo es hambre» cuando se cree que el Estado debe tener mayor decisión en la economía y no dejar que los particulares la hagan andar.
Seguridad y migración
Por otro lado, Squella también se refirió a la posición de Jara sobre la migración y la seguridad pública. Según el líder republicano, «una Jeannette Jara va a regularizar a todos los migrantes ilegales, porque lo ha dicho, o que no va a tener la mano que se necesita; firme, en contra del narcotráfico y del crimen organizado».
Finalmente, Squella afirmó que la «magnitud de la crisis en seguridad pública» es tal que se genera un «punto de inflexión» en los próximos cuatro años, lo que haría necesario un «Gobierno de emergencia».
