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domingo, julio 6, 2025

Cuando el árbitro llegó a jugar en ropa de calle: el partido más insólito del viejo San Carlos

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En el año 1996, el estadio San Carlos de Apoquindo, hogar de la Universidad Católica, fue testigo de uno de los partidos más insólitos de su historia. Cuando el equipo ‘cruzado’ se enfrentaba al recién ascendido Santiago Wanderers, una situación extraordinaria con los árbitros marcó el desarrollo del encuentro.

Todo comenzó cuando el juez principal designado, Eduardo Gamboa, se lesionó y no pudo continuar con su labor. En su reemplazo, el árbitro de línea Alejandro Celaya asumió el silbato, pero a su vez también tuvo que ser sustituido. Fue entonces cuando el profesor de los árbitros, Gastón Castro, tuvo que salir de las tribunas para tomar el control del partido, a pesar de no estar preparado para ello.

Castro, que se había retirado oficialmente del referato a principios de los 90′, se encontraba ese día en San Carlos como Jefe del Área Docente del Comité Arbitral. Cuando fue requerido para dirigir, solo tuvo tiempo de dejar su café, quitarse la chaqueta y salir a la cancha con su ropa semi-formal: pantalón de gabardina, camisa escocesa de franela, chaleco sin mangas y zapatos mocasines.

Hielos y pifias a los árbitros

En lo deportivo, el partido terminó 1-1, con el gol de los visitantes llegando en los descuentos a través de un penal. Esta situación molestó profundamente a los hinchas locales, quienes no dudaron en arrojar hielos al árbitro de emergencia, Alejandro Zelaya, cuando este abandonaba el campo de juego.

Incluso, el entrenador de la UC en ese entonces, Manuel Pellegrini, no pudo ocultar su descontento. «Lógicamente, cuando uno pierde dos puntos no puede estar contento. Mucho más cuando los pierdes de local, en el minuto 45 y con un penal que nace de una desaplicación nuestra», declaró el ‘Ingeniero’ a la prensa.

Un momento histórico e insólito

A pesar de la decepción por el resultado, el partido quedó grabado en la memoria del fútbol chileno por la insólita situación de los árbitros. Gastón Castro, con su atuendo informal, tuvo que marcar los fueras de juego del veloz Claudio Núñez, en una escena que parecía sacada de una película. Sin embargo, el veterano juez supo salir airoso de la inesperada situación.

Aunque la Universidad Católica terminó esa temporada como subcampeón, el recuerdo de aquel partido en el ‘viejo San Carlos’ se mantiene como uno de los momentos más insólitos y memorables de la historia del fútbol nacional.

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