En un nuevo episodio de la creciente ola de violencia que azota las calles de Santiago, un joven de 28 años resultó gravemente herido tras ser apuñalado por un grupo de alrededor de 20 delincuentes en el emblemático Parque Forestal. El ataque, descrito por las autoridades como un asalto tipo «jauría», ocurrió en la madrugada de este miércoles a la altura de la calle Irene Morales, a pocos pasos de la Plaza Baquedano.
Según la información proporcionada por la Fiscalía Centro Norte, el grupo de asaltantes abordó a dos jóvenes de 28 y 17 años con la intención de robarles sus pertenencias. Tras un forcejeo, los delincuentes sacaron armas blancas y terminaron apuñalando a la víctima mayor de edad, infligiéndole heridas en las piernas y la espalda.
Una Ola de Violencia Sin Precedentes
Lamentablemente, este no es un hecho aislado. En las últimas horas, la zona del Parque Forestal y sus alrededores han sido escenario de múltiples incidentes violentos. Apenas el martes, un funcionario de la PDI se vio obligado a abatir a un delincuente extranjero que intentó asaltarlo cerca de la Plaza Baquedano. Y el fin de semana, un joven de 16 años resultó baleado en las cercanías del parque.
«Es una situación realmente preocupante. Estamos ante una ola de violencia sin precedentes en el corazón de nuestra capital», afirma el fiscal Felipe Olivari. «Debemos actuar con firmeza y urgencia para recuperar el control de estas zonas y garantizar la seguridad de los ciudadanos».
¿Qué Puede Hacerse?
Ante este panorama desolador, surgen preguntas sobre qué medidas pueden implementarse para frenar esta espiral de violencia. Expertos en seguridad ciudadana coinciden en la necesidad de un abordaje integral que involucre a las autoridades, la comunidad y el sector privado.
«Necesitamos un plan de acción a corto, mediano y largo plazo que incluya un mayor despliegue policial, mejoras en la iluminación y vigilancia de estos espacios públicos, y programas de prevención del delito enfocados en las raíces del problema», señala el criminólogo Javier Rodríguez.
Asimismo, algunos vecinos del sector reclaman una mayor presencia de las fuerzas del orden y una respuesta más contundente por parte de las autoridades. «Vivimos con miedo de salir a la calle. Esto tiene que parar ya», exige María Fernanda, residente del barrio.
Sin duda, la seguridad de los santiaguinos se ha convertido en una prioridad urgente que requiere soluciones efectivas y coordinadas. Solo así podremos recuperar la tranquilidad y el derecho a disfrutar de los espacios públicos en el corazón de nuestra ciudad.