En una operación de alto impacto, la Brigada Investigadora de Delitos de Propiedad Intelectual (Bridepi) de la PDI desmanteló un centro clandestino de fabricación y distribución de ropa falsificada en Quinta Normal, Región Metropolitana. El operativo, realizado a partir de una investigación de la Fiscalía Regional Metropolitana Centro Norte, permitió la incautación de más de $231 millones en prendas de vestir falsificadas.
Según la información policial, la operación se saldó con la detención de una mujer que, desde su domicilio, se dedicaba a la fabricación, acopio y comercialización de prendas que imitaban a reconocidas marcas. En total, se decomisaron 1.940 vestimentas falsificadas y 1.800 piezas en proceso de confección. Además, se incautó un computador conectado a una máquina bordadora industrial, dejándola inoperativa.
Riesgo para la Salud Pública
El prefecto Daniel Ahumada, jefe de la Bridepi, enfatizó que la ropa falsificada no solo afecta a la economía de las empresas y el fisco, sino que también representa un riesgo para la salud pública. A diferencia de las prendas originales, los productos falsificados carecen de control de calidad y pueden estar fabricados con materiales de baja calidad y tintes potencialmente tóxicos, lo que puede causar irritaciones cutáneas, alergias y otras patologías en los usuarios.
Ahumada recalcó que la falta de certificación convierte este tipo de prendas en un potencial peligro para el consumidor. «A diferencia de las prendas originales, los productos falsificados carecen de control de calidad y, además, pueden estar fabricados con materiales de baja calidad, con tintes tal vez tóxicos, los cuales pueden causar distintos tipos de patologías a sus usuarios, como irritaciones cutáneas o alergias, que sería lo mínimo», aseguró el jefe de la Bridepi.
Lucha Constante Contra la Falsificación
Este operativo se enmarca en los esfuerzos constantes de la PDI por desarticular redes de fabricación y distribución ilegal de productos falsificados, que no solo afectan a la economía, sino que también ponen en riesgo la salud y seguridad de los consumidores. La incautación de $231 millones en prendas falsas demuestra la magnitud del problema y la importancia de mantener una vigilancia permanente para proteger a la ciudadanía.
La detención de la mujer involucrada en este caso y la incautación de los equipos utilizados para la producción ilegal de ropa son pasos importantes en la lucha contra la falsificación. Sin embargo, este fenómeno sigue representando un desafío constante que requiere de la colaboración entre las autoridades, las empresas afectadas y la sociedad en general para erradicarlo por completo.
