En una inesperada muestra de camaradería, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, no escatimó elogios al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante una reciente cumbre de la Alianza en La Haya. Rutte innovó al referirse a Trump como «papito», en medio de una animada conversación entre ambos líderes.
Las cámaras captaron a Trump y Rutte hablando animadamente, cuando el mandatario estadounidense comentaba que Israel e Irán se comportaban como «dos niños en el patio de una escuela». En ese momento, Rutte le respondió que «hay momentos en que papito tiene que usar un lenguaje más duro», en referencia a los exabruptos de Trump la víspera, cuando manifestó su temor de que se derrumbara la tregua que él mismo anunció entre Irán e Israel.
Elogios y tensiones en la cumbre de la OTAN
El tono laudatorio utilizado por Rutte hacia Trump -a quien llamó varias veces «querido Donald»- provocó expresiones de sorpresa durante la cumbre. En una conferencia de prensa posterior, el secretario general defendió sus constantes elogios al presidente estadounidense, a quien calificó de «buen amigo» y aseguró que «merece todos los elogios» por su «acción decisiva» contra Irán y por presionar a los aliados de la OTAN a aumentar sus gastos militares.
Rutte incluso llegó a catalogar a Trump como un «hombre de paz», por haber impulsado una tregua entre israelíes e iraníes, dos días después de que el ejército norteamericano bombardeara por orden suya tres instalaciones nucleares iraníes. Esta aparente contradicción no pasó desapercibida y generó tensión en la cumbre.
La respuesta de Trump
Por su parte, el jefe de la Casa Blanca se dejó elogiar por Rutte. «Yo le gusto. Creo que le caigo bien (…) Lo ha hecho con mucho cariño. ‘Papí, tú eres mi papito'», afirmó Trump, tras ser consultado sobre si considera a los aliados como un tipo de niños.
Previo a la cumbre de la OTAN, Trump fue recibido en Países Bajos con todos los honores: los reyes le ofrecieron una cena, una cama y un desayuno, un trato exclusivo poco habitual de los monarcas, que precisamente ayudaron a Rutte a distender el ambiente y halagar al presidente estadounidense de cara a la cumbre.
Conclusión: Diplomacia y tensiones en la OTAN
La cumbre de la OTAN estuvo marcada por una mezcla de diplomacia y tensiones entre los líderes. Por un lado, Rutte sorprendió con sus elogios y su inusual forma de referirse a Trump como «papito», buscando mantener una relación cordial. Por otro, las aparentes contradicciones en los comentarios de Rutte sobre Trump como «hombre de paz» generaron roces y cuestionamientos. En medio de estas dinámicas, queda claro que la relación entre los aliados de la OTAN sigue siendo compleja y delicada.
