Los algoritmos, esos sistemas invisibles que rigen gran parte de nuestras interacciones digitales, desempeñan un papel fundamental en la configuración del contenido que adultos y niños observan en línea. ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, a través de su iniciativa Digipadres, analiza cómo estos algoritmos influyen en la forma en que las infancias se relacionan con Internet y cómo los adultos pueden enseñar y preparar a los más pequeños para navegar este entorno de manera responsable.
En el contexto de las plataformas de redes sociales, los algoritmos actúan como guardianes, decidiendo qué contenido aparece en la pantalla. Al analizar grandes cantidades de datos, determinan lo que consideran más relevante para cada persona según su comportamiento y preferencias. Por ejemplo, motores de búsqueda como Google clasifican las páginas web según las consultas, mientras que plataformas como TikTok o YouTube seleccionan recomendaciones de video adaptadas a intereses personales.
Beneficios y riesgos de los algoritmos
Los algoritmos existen para crear experiencias digitales estructuradas y eficientes. Sus objetivos principales son atraer a los usuarios, respaldar la monetización y personalizar el contenido. Si bien estos objetivos pueden traducirse en descubrimientos emocionantes y experiencias enriquecedoras para los niños, también conllevan riesgos que requieren la supervisión y la educación de los padres.
Por ejemplo, la personalización del contenido puede generar «burbujas de filtro», limitando la exposición a ideas diversas. Además, el uso excesivo de redes sociales impulsado por algoritmos puede afectar el control de la atención y la concentración de los más pequeños. Por otro lado, los algoritmos también pueden impulsar anuncios y recomendaciones de productos que pueden fomentar compras impulsivas o el consumo excesivo.
Cómo guiar a los niños en el uso de algoritmos
Para ayudar a los niños a navegar de forma responsable en este entorno digital, los adultos pueden:
- Desmitificar los algoritmos: Explicar cómo funcionan estos sistemas y cómo utilizan el comportamiento pasado para recomendar contenido.
- Enseñar a influir en los algoritmos: Mostrar a los niños cómo usar herramientas como botones de «Quiero ver menos de esto» para personalizar su experiencia.
- Establecer límites saludables: Fijar límites de tiempo de pantalla, fomentar descansos regulares y promover actividades sin conexión.
- Fomentar el pensamiento crítico: Hablar sobre el contenido que ven los niños y por qué aparecen ciertas recomendaciones, para que desarrollen una mirada más analítica.
Al combinar educación, comunicación abierta y límites saludables, los adultos pueden convertir los algoritmos, de riesgos potenciales, en herramientas valiosas para el crecimiento y el aprendizaje de los niños.
Digipadres, la iniciativa de ESET, y Argentina Cibersegura ofrecen recursos y asesoramiento para acompañar a padres, madres y docentes en el cuidado de los niños en el entorno digital.
