El Inter de Milán está todavía vivo en el Mundial de Clubes gracias a sus héroes habituales, los argentinos Lautaro Martínez y Valentín Carboni. Fue Carboni, canterano del equipo y conocido de Chivu, quien selló en el último suspiro la remontada ‘nerazzurra’ ante el Urawa Red Diamonds japonés (2-1).
Lautaro Martínez, ya acostumbrado a ser el protagonista en Milán, anotó un gol de chilena en un saque de esquina que reanimó a los suyos cuando el Inter se desangraba desde finales de mayo, sin Copa Italia, sin ‘Scudetto’ y humillado en la final de la Champions League. La leyenda de Lautaro Martínez en el Inter, ya gigante pese a su juventud, volvió a cobrar una nueva dimensión con este gol que evitó la decepción y dio pie a la remontada.
El regreso triunfal de Valentín Carboni
Pero el verdadero héroe inesperado fue Valentín Carboni, quien acudió al rescate en su primera partido tras ocho meses sin jugar por una lesión en el ligamento cruzado de su rodilla izquierda. Su regreso fue por todo lo alto, salvando al Inter de una situación ardua complicada para la tercera jornada, donde se enfrentará a River Plate, al menos, con una victoria importante a nivel mental.
El Inter se desangraba desde finales de mayo. Poco a poco. Sin Copa Italia y sin ‘Scudetto’; humillado en la final de la Champions; e incapaz de superar el empate ante el Monterrey, rozó otro desastre ante el combinado nipón. Era un momento delicadísimo de los ‘nerazzurri’ que pudo ser mucho peor si a Lautaro Martínez no se le hubiera pasado por la cabeza anotar esa chilena que reanimó ‘in-extremis’ a los suyos.
Una remontada épica
Esa remontada, ante las bajas del Inter (Thuram, Taremi, Dumfries o Calhanoglu), la selló Carboni, firmando una de las historias más bonitas del Mundial por ser en sus primeros minutos con el primer equipo y tras una lesión tan dura. El Inter mejoró con la entrada de Mkhitaryan, que tuvo una clara ocasión, y poco a poco fue hundiendo al Urawa hasta que llegó el momento clave, con la chilena de Lautaro que reanimó a los ‘nerazzurri’ y condenó a los nipones.
Finalmente, en la última jugada, con el balón suelto en el área, llegó la recompensa final, con Carboni como protagonista inesperado, goleador con el interior de su bota derecha entre el caos para colocar al Inter en una gran posición para acceder a los octavos de final. Inter comeback complete.
