La posibilidad de un gran terremoto en la frontera sur de Perú y norte de Chile ha encendido las alertas de los expertos en ambos países. Recientes eventos sísmicos en la región, como el sismo de magnitud 6.1 que sacudió Lima y el Callao el pasado 15 de junio, han generado inquietud entre la población y las autoridades.
Según el geólogo Christian Salazar, los movimientos telúricos recientes en el norte de Chile son de tipo «intraplaca», es decir, ocurren dentro de la placa de Nazca en su proceso de subducción. Este fenómeno, conocido como enjambre sísmico, ha sido seguido de cerca por la comunidad científica y refuerza la preocupación por la posibilidad de un mega sismo en la zona fronteriza.
Acumulación de Energía Tectónica
Los expertos advierten que desde 1868 no se ha registrado una actividad sísmica relevante en la región que comprende desde Ilo (Perú) hasta el norte de Chile. Esta falta de movimiento telúrico indica una acumulación de energía tectónica que podría liberarse mediante un terremoto de magnitud cercana a 8 o incluso superior.
Hernando Tavera, presidente ejecutivo del Instituto Geofísico del Perú (IGP), explica que los avances tecnológicos actuales, como el uso de estaciones de GPS, permiten monitorear el desplazamiento de las placas tectónicas y distinguir qué zonas están acumulando energía. En este sentido, Tavera identifica tres áreas críticas: la costa central del Perú, el sur peruano entre Moquegua y Tacna, y el norte de Chile.
Escenarios de Riesgo y Preparación Ciudadana
Según los expertos, un evento sísmico de gran magnitud en uno de estos países no tendría un impacto significativo en el otro debido a la distancia. Los mayores sacudimientos estarían concentrados en la región central del Perú y en el norte de Chile.
Ante este panorama, los especialistas enfatizan la importancia de la preparación ciudadana. Tavera afirma que «aunque no se puede predecir un terremoto, lo que sí podemos hacer es estar siempre preparados». En este sentido, el IGP destaca la necesidad de conocer los riesgos en el entorno doméstico, establecer protocolos familiares y mantener la calma durante los movimientos sísmicos.
El riesgo sísmico en Chile y Perú es real, pero la información científica y la organización comunitaria pueden hacer la diferencia frente a un escenario que, aunque no se puede evitar ni predecir, sí se puede afrontar con mayor seguridad.