La decisión del presidente Gabriel Boric de asistir a la próxima Cumbre de los BRICS en Brasil ha generado controversia, con el candidato presidencial José Antonio Kast criticando duramente esta iniciativa. Sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, ha salido en defensa de la participación de Chile, destacando que se trata de una invitación del país anfitrión y una oportunidad para fortalecer los lazos internacionales.
Una Invitación Honrosa
Según Van Klaveren, la decisión de Boric de asistir a la Cumbre BRICS se debe a que Brasil, con quien Chile mantiene excelentes relaciones, ha extendido una invitación formal. El ministro recalca que Chile acudirá en calidad de país invitado, al igual que en su participación previa en la Cumbre del G20 el año pasado. Esta invitación representa una oportunidad para que Chile se haga presente en un foro internacional relevante y diversifique sus vínculos diplomáticos.
Más Allá de las Críticas
Las críticas de Kast se centran en la supuesta alineación de Chile con «dictaduras» como Cuba e Irán, lo cual, según él, «pone en riesgo» la seguridad nacional y el posicionamiento internacional del país. Sin embargo, Van Klaveren ha dejado claro que la participación de Chile se limita a la condición de país invitado, sin implicar ningún tipo de alianza o respaldo a regímenes cuestionados.
Oportunidades de Crecimiento
Más allá de las objeciones políticas, la presencia de Chile en la Cumbre BRICS puede traer beneficios concretos. Como bloque emergente, los BRICS representan una alternativa a las estructuras de poder tradicionales, ofreciendo oportunidades de cooperación económica, comercial y cultural que Chile podría aprovechar. Además, la diversificación de las relaciones internacionales es clave para fortalecer la posición de Chile en el escenario global.
En conclusión, la participación de Chile en la Cumbre BRICS, si bien ha generado críticas, representa una oportunidad para que el país amplíe sus horizontes y fortalezca su presencia en el ámbito internacional. Lejos de ser una «puesta en riesgo» de la seguridad nacional, esta iniciativa puede impulsar el crecimiento y el posicionamiento de Chile en el escenario global.
