En medio de un escándalo de corrupción que ha sacudido al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha salido a la defensiva. En una carta dirigida a los militantes socialistas, Sánchez asegura que el Ejecutivo seguirá adelante, luchando contra la corrupción, y critica que se utilice «al servicio de un intento deliberado de la derecha para derribar a un gobierno legítimo» el informe de la Guardia Civil sobre presuntas prácticas corruptas de uno de los hombres fuertes del partido, Santos Cerdán.
Sánchez reconoce que «ningún partido está a salvo de la infamia de la corrupción», pero insiste en que la diferencia está en «cómo se reacciona ante ella». En este sentido, señala que el PSOE «desde el primer momento» ha actuado con «contundencia» sin «matices ni ambigüedades», a diferencia del conservador Partido Popular, al que acusa de «proteger» a los corruptos.
Defensa del Gobierno
El presidente del Gobierno español afirma que el Ejecutivo no conoció el contenido del informe de la Guardia Civil sobre Cerdán hasta que varios medios lo publicaron, lo que demuestra que «el poder ejecutivo no interfiere en investigaciones que dependen del poder judicial, como sí ocurrió en buena parte de la década pasada».
Sánchez considera que lo «censurable» es que se haya puesto el contenido de ese informe «al servicio de un intento deliberado de la derecha para derribar a un gobierno legítimo». Según el mandatario, la prioridad de la oposición es «Derribar al Gobierno al precio que sea».
Llamado a la Unidad
A pesar de la «decepción e indignación» por el caso de Cerdán, Sánchez llama a la militancia socialista a no «perder la perspectiva», ya que «no hay un sistema podrido cuya reforma haya que abordar políticamente» sino una democracia que «se defiende de los casos de corrupción, con la ley y la justicia».
En el cierre de su carta, el presidente reconoce que la decepción es «enorme», pero recuerda que el PSOE se enfrenta a una operación de «demolición moral». «La mejor forma de salir de esta prueba es recordando por qué estamos aquí. No hemos venido a ocupar sillones. Hemos venido a mejorar la vida de la gente», concluye Sánchez.