En un nuevo golpe a la capital ucraniana, Rusia lanzó un ataque masivo contra Kiev durante la celebración de la Cumbre del G7 en Canadá, dejando un saldo de 15 personas muertas y más de un centenar de heridos.
El ataque, que incluyó el lanzamiento de 440 drones y 32 misiles, entre ellos dos misiles hipersónicos Kinzhal, impactó varios distritos de la ciudad, colapsando por completo varios pisos de un bloque de viviendas y causando daños en numerosos negocios y apartamentos de los alrededores.
Zelenski exige una «respuesta adecuada» de la comunidad internacional
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que participaba como invitado en la Cumbre del G7, condenó el ataque como «puro terrorismo» y exigió una «respuesta adecuada» de Estados Unidos, Europa y el mundo entero.
Zelenski tenía previsto reunirse con el presidente estadounidense, Donald Trump, para tratar de convencerlo de imponer nuevas sanciones a Rusia y obtener más ayuda militar. Sin embargo, los planes se vieron frustrados cuando Trump se retiró anticipadamente de la cumbre para ocuparse de la guerra entre Irán e Israel en Oriente Medio.
Rusia busca debilitar a los líderes del G7
Según el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andrí Sibiga, el objetivo del ataque ruso no es otro que «hacer que los líderes del G7 parezcan débiles» ante la comunidad internacional.
La administración de Trump no ha aprobado ningún nuevo paquete de armamento para Ucrania desde su llegada al poder, lo que ha dejado al país sin las defensas aéreas y otros tipos de armamento que necesita para proteger su territorio de ataques como este.
Zelenski busca convencer a Trump de más ayuda militar
En la reunión con Trump, Zelenski también tenía previsto abordar la posibilidad de que Ucrania compre a Estados Unidos las defensas aéreas y otros tipos de armamento que necesita, ya que bajo la presidencia de Joe Biden recibía este tipo de ayuda de forma gratuita.
El ataque ruso a Kiev se produce en un momento crítico, cuando Ucrania lucha por obtener el apoyo necesario de sus aliados para hacer frente a la agresión de Moscú. La respuesta de la comunidad internacional será clave para determinar el curso de la guerra.