A diez días de sufrir un violento atentado, el senador y precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay permanece en una condición clínica de «máxima gravedad» y con «pronóstico reservado», según los últimos informes médicos.
El político de 39 años, del partido uribista Centro Democrático, recibió dos impactos de bala en la cabeza y uno en la pierna izquierda el pasado 7 de junio, mientras pronunciaba un discurso en una actividad de campaña en el barrio bogotano de Modelia. Rápidamente fue trasladado a la Fundación Santa Fe de Bogotá, donde ha sido sometido a múltiples cirugías de emergencia para intentar salvar su vida.
Lucha por la supervivencia
Según los últimos partes médicos, el precandidato «continúa en la unidad de cuidados intensivos, con manejo multidisciplinario con soporte y monitoreo hemodinámico y neurológico». La Fundación Santa Fe de Bogotá ha informado que Uribe Turbay «salió de cirugía y su condición es extremadamente crítica, caracterizada por edema cerebral persistente y sangrado intracerebral de difícil control».
Pedido de ayuda internacional
Ante este panorama dramático, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha anunciado que solicitará la colaboración de la CIA (Agencia Central de Inteligencia de EE.UU.) y el FBI (Buró Federal de Investigaciones de EE.UU.) para dar con el autor intelectual del atentado. Petro afirmó que «este tipo de asesinos tiene relaciones dentro de Estados Unidos de tipo mafioso».
Cabe señalar que tras el atentado, la policía colombiana detuvo a un adolescente de 15 años cerca del lugar de los hechos, con el arma utilizada. Según el presidente, el joven habría declarado que «lo querían matar» y que el dueño de una «olla» (lugar de venta de drogas) «fue el que le ordenó eso».
La comunidad política y ciudadana colombiana sigue de cerca la evolución del estado de salud de Miguel Uribe Turbay, esperando que logre superar esta crítica situación y pueda continuar con su carrera presidencial.
