En un giro dramático en las tensiones entre Estados Unidos e Irán, el presidente Donald Trump ha emitido una advertencia urgente a los ciudadanos iraníes: «Todos deberían evacuar Teherán de inmediato». A través de su cuenta en Truth Social, Trump reiteró que Irán «no puede tener un arma nuclear» y lamentó que el país no haya aceptado el acuerdo nuclear que él había propuesto.
Según un funcionario de la Casa Blanca, la publicación de Trump refleja la creciente preocupación de la administración por la posibilidad de que Irán continúe avanzando en su programa nuclear. El secretario de Estado, Marco Rubio, y otros altos funcionarios han estado manteniendo informado a Trump sobre los últimos desarrollos en el conflicto, mientras el presidente participa en la cumbre del G7 en Canadá.
Paralelamente, los sistemas de defensa antiaérea de Teherán han sido activados «a un nivel elevado», según confirmó un medio estatal iraní. Esto se produce después de que la Guardia Revolucionaria, el ejército ideológico de Irán, anunciara ataques «sin interrupción hasta el amanecer» contra Israel. El portavoz de la Guardia, el general Ali Mohammad Naini, aseguró que la operación se llevaría a cabo «con una potencia aplastante y destructiva».
Ante esta escalada de tensiones, la pregunta clave es: ¿Qué está en juego realmente? Desde una perspectiva geopolítica, la disputa entre Estados Unidos e Irán por el control de la región y la influencia sobre Israel y otros aliados clave en Oriente Medio es fundamental. Además, el temor a que Irán pueda desarrollar armas nucleares sigue siendo un factor determinante en la postura de Washington.
Para los consumidores, esta crisis representa una amenaza a la estabilidad regional y global, con potenciales impactos en la seguridad energética y los flujos comerciales. Desde una óptica económica, una escalada del conflicto podría desencadenar una mayor volatilidad en los mercados financieros y afectar negativamente a la recuperación post-pandémica.
En resumen, la advertencia de Trump a los iraníes de evacuar Teherán es un claro indicador de que la tensión entre Estados Unidos e Irán ha alcanzado un punto crítico. A medida que ambos bandos se preparan para una posible confrontación, el mundo observa con preocupación el desarrollo de esta peligrosa crisis geopolítica.
