En una hazaña sin precedentes, ‘Goliat’, la legendaria tortuga de las Galápagos del Zoológico de Miami, acaba de convertirse en padre por primera vez a la edad de 134 años. Este hito histórico no solo marca un logro personal para el animal más longevo del zoológico, sino que también abre nuevas perspectivas sobre la longevidad y la reproducción de estas imponentes criaturas.
Nacido en la Isla Santa Cruz de Galápagos en 1885, ‘Goliat’ ha sido testigo de más de un siglo y medio de historia. Después de pasar por el Zoológico del Bronx en Nueva York, finalmente encontró su hogar permanente en el Zoológico de Miami en 1981. Durante décadas, ‘Goliat’ había intentado infructuosamente engendrar crías con varias hembras, hasta que este año su compañera ‘Sweet Pea’, de entre 85 y 100 años, puso ocho huevos, uno de los cuales finalmente eclosionó el 4 de junio.
Un nacimiento histórico
La cría, que aún no tiene nombre, es el primer descendiente de ‘Goliat’ y marca un hito sin precedentes en la historia del zoológico. «Es un momento verdaderamente emocionante», comenta la directora del Zoológico de Miami, «no solo para nosotros, sino también para la conservación de estas especies tan emblemáticas».
Tanto ‘Goliat’ como ‘Sweet Pea’ se encuentran en excelente estado de salud, y la cría recién nacida ha sido trasladada a un recinto separado, donde se mantiene activa y llena de energía. Aunque en la naturaleza las crías de tortuga quedan solas desde el momento de la eclosión, el zoológico está monitoreando de cerca el desarrollo de esta nueva generación.
Reconocimiento mundial
Dada la edad combinada de ‘Goliat’ y ‘Sweet Pea’, que supera los 200 años, el Zoológico de Miami ha solicitado oficialmente al Libro Guinness de los Récords Mundiales que reconozca a esta pareja como los «Padres primerizos más viejos del mundo». Además, han propuesto que se reconozca a ‘Goliat’ como el «Padre primerizo más viejo de la historia».
Este hito no solo es un logro personal para ‘Goliat’, sino que también abre nuevas oportunidades para la investigación y la conservación de las tortugas gigantes de Galápagos. «Esperamos que este nacimiento inspire a las personas a apreciar y proteger estos animales únicos», concluye la directora del zoológico.