Los mercados financieros a nivel mundial se encuentran en una situación de alta volatilidad, mientras los precios del petróleo continúan su tendencia alcista, todo ello como consecuencia de la escalada de tensiones entre Israel e Irán en Oriente Medio.
A las 14:51 horas, el Dow Jones Industrial cae un 1,92%, mientras que el Nasdaq y el S&P 500 incrementan sus pérdidas, retrocediendo 1,33% y 1,18% respectivamente. Por su parte, los precios del petróleo WTI para entrega en un mes suben un 7,98% hasta los US$73,51 el barril, según datos de MarketWatch. Incluso el oro, considerado un activo refugio, se aprecia un 1,57% hasta los US$1.455,70.
Represalias de Irán tras los ataques israelíes
La escalada de tensiones se desencadenó después de que Israel atacara territorio iraní, con el objetivo de impactar las instalaciones dedicadas al programa nuclear de Irán. Además, el jefe de la fuerza aérea de la Guardia Revolucionaria iraní, Amir Ali Hajizadeh, fue asesinado durante los ataques.
En respuesta, Irán lanzó misiles dirigidos hacia Israel, donde las fuerzas armadas israelíes afirmaron que «todo el país está bajo fuego». Imágenes de varios medios de comunicación mostraron columnas de humo desde el centro de Tel Aviv.
Temor a disrupciones en el suministro de petróleo
Ante este escenario, surgió el temor en los mercados por posibles afectaciones al suministro de petróleo. Según Ricardo Bustamante, subgerente de estudios de Capitaria, «las amenazas de represalias por parte de Irán, especialmente a través de un posible cierre del estratégico Estrecho de Ormuz, por donde transita cerca del 20% del crudo mundial, alimentaron una prima de riesgo geopolítico sin precedentes en lo que va del año».
Por su parte, Diego Mora, gerente de estudios de XTB Latam, resaltó el comportamiento del oro, apuntando que «el fuerte repunte de estas materias primas subraya la aprehensión de los inversores y la percepción de un aumento de los riesgos de suministro en Oriente Medio».
En este contexto de alta incertidumbre, los mercados financieros a nivel global continúan en terreno negativo, mientras los precios del petróleo y el oro mantienen su tendencia alcista, reflejando la preocupación de los inversores ante la posibilidad de disrupciones en el abastecimiento de crudo.