En un golpe devastador para Irán, Israel ha llevado a cabo una serie de ataques que han cobrado la vida de varios altos mandos militares de la República Islámica. Entre las bajas se encuentra el general Amir Ali Hajizadeh, comandante de la Fuerza Aeroespacial de la Guardia Revolucionaria, quien murió junto a un grupo de «valientes y dedicados combatientes».
Según la agencia estatal IRNA, el general Hajizadeh era responsable del programa de misiles y drones de Irán, lo que lo convertía en un objetivo prioritario para Israel. Junto a él, también perdieron la vida el comandante de la fuerza de drones, Taher-pour, y el comandante del Comando Aéreo, Davoud Shaykhian.
Estos ataques se suman a la muerte del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, el general Mohamad Hosein Baqerí, y del comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, el general Hossein Salamí, en bombardeos anteriores. Incluso el general Gholam Ali Rashid, responsable de la base aérea Khatam ol-Anbiya, y seis científicos nucleares fueron víctimas de estos ataques sin precedentes.
El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, condenó enérgicamente estos «crímenes» y advirtió que el «régimen sionista» se preparaba «un destino amargo y doloroso» por estas acciones. Por su parte, el Ejército israelí confirmó haber bombardeado «decenas de objetivos» relacionados con el programa nuclear iraní y otros puntos militares, siguiendo las directrices del primer ministro Benjamín Netanyahu.
Estos ataques representan un duro golpe para la cúpula militar de Irán y ponen de manifiesto la creciente tensión entre Israel e Irán. La eliminación de figuras clave en el programa de misiles y drones, así como en la defensa aérea y el programa nuclear, tendrá un impacto significativo en la capacidad de Irán para responder a las acciones israelíes. Sin duda, esta escalada de violencia amenaza con desestabilizar aún más la ya frágil situación regional.