En un discurso ante el Parlamento de Israel, el presidente argentino Javier Milei ha anunciado que el traslado de la Embajada de Argentina a Jerusalén se hará efectivo en 2026. Este movimiento, prometido por Milei en febrero del año pasado, marca un hito en las relaciones entre Argentina e Israel.
Socio estratégico clave
Milei resaltó que Israel es, junto a Estados Unidos, el «socio estratégico más importante» para Argentina. «Argentina fue de los primeros países en reconocer el Estado de Israel», recordó el mandatario argentino, enfatizando los fuertes vínculos entre ambas naciones.
Condena al terrorismo
En su discurso, Milei también condenó enérgicamente los ataques de Hamás contra Israel, calificándolos como «la agresión más aberrante de los últimos 80 años». Criticó a la comunidad internacional por dejarse «manipular por la propaganda terrorista» y los instó a tomar una posición clara: «¿Prefieren estar del lado del terror o del lado de la libertad?».
Implicaciones geopolíticas
La decisión de trasladar la embajada argentina a Jerusalén es un movimiento geopolítico de gran relevancia. Jerusalén Este, ocupada por Israel desde la Guerra de los Seis Días de 1967, es reclamada por la Autoridad Palestina como capital de un futuro Estado palestino. La mayoría de la comunidad internacional no reconoce a Jerusalén como capital de Israel, con contadas excepciones como Estados Unidos.
Este anuncio de Milei se suma a la creciente tendencia de algunos países de abrir legaciones diplomáticas en Jerusalén, lo que podría tener implicaciones en el delicado proceso de paz entre israelíes y palestinos.