La hiperhidrosis axilar, una condición que afecta más de lo que se cree
Aunque a menudo se minimiza como un problema menor, la sudoración excesiva en las axilas, conocida como hiperhidrosis axilar, puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen. Esta condición, que afecta aproximadamente al 2% de la población mundial, va más allá de la simple incomodidad física, comprometiendo el bienestar emocional, social y laboral de las personas.
Entendiendo la hiperhidrosis axilar
La hiperhidrosis axilar se caracteriza por una sudoración que excede lo necesario para regular la temperatura corporal, sin importar el clima o la actividad física. Suele comenzar en la adolescencia o en la adultez temprana, y puede manifestarse de forma bilateral, es decir, en ambas axilas, de manera constante e impredecible.
Las personas con hiperhidrosis no solo sufren por el exceso de sudor, sino por la ansiedad que esto genera. Evitan levantar los brazos, usar ciertos colores de ropa o participar en situaciones sociales.
Impacto en la vida diaria
La hiperhidrosis axilar puede tener un efecto devastador en la vida de quienes la padecen. Los síntomas más comunes incluyen sudor visible que traspasa la ropa, sensación de humedad constante y, en algunos casos, mal olor asociado al crecimiento de bacterias en la zona. Esto lleva a las personas a desarrollar cuadros de baja autoestima, aislamiento e incluso depresión.
Causas y tratamientos
Si bien existen causas secundarias, como enfermedades endocrinas o efectos de medicamentos, en la mayoría de los casos se trata de hiperhidrosis primaria, sin una causa médica identificable. Afortunadamente, existen diversas opciones de tratamiento:
- Antitranspirantes con cloruro de aluminio de alta concentración, disponibles con o sin receta.
- Inyecciones de toxina botulínica (Botox) que bloquean temporalmente las señales nerviosas responsables de activar las glándulas sudoríparas.
- Iontoforesis, una técnica que utiliza corriente eléctrica de bajo voltaje para reducir la actividad de las glándulas.
- Simpatectomía torácica endoscópica, una cirugía que corta los nervios responsables del sudor, reservada para los casos más graves.
Si bien la hiperhidrosis axilar no tiene una «cura definitiva» en todos los casos, es posible controlarla con un enfoque adecuado y personalizado.
Recupera tu confianza y calidad de vida
Es importante recordar que la sudoración excesiva no es culpa de quien la padece. Con el apoyo adecuado y el acceso a los tratamientos disponibles, las personas con hiperhidrosis axilar pueden recuperar su confianza, participar plenamente en la vida social y laboral, y mejorar su bienestar emocional.
