Rusia ha reconocido oficialmente que Ucrania perpetró un ataque contra el puente que conecta la península de Crimea con el territorio ruso continental. Sin embargo, el Kremlin niega que la infraestructura haya sufrido daños estructurales significativos.
Según el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, «efectivamente hubo una explosión, pero nada resultó dañado. El puente funciona». Peskov agregó que Ucrania «continúa con sus intentos de atacar la infraestructura civil» y que Rusia «está tomando las precauciones adecuadas».
Por su parte, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) aseguró haber detonado 1.100 kilogramos de explosivos submarinos contra uno de los pilares del puente, a las 4:44 hora local del martes. El SBU afirmó que esta fue la tercera operación ucraniana contra esta infraestructura clave desde el inicio de la guerra.
Cierres Temporales y Precauciones Rusas
Tras el ataque, las autoridades rusas cerraron el puente de Crimea en dos ocasiones el mismo día, aunque la circulación se reanudó horas después de cada cierre. Esto sugiere que, si bien hubo una explosión, los daños no fueron lo suficientemente graves como para interrumpir el tráfico de manera prolongada.
Vladímir Putin ordenó la construcción de este puente después de la anexión rusa de Crimea en 2014, convirtiéndolo en una infraestructura estratégica y simbólica para Moscú. Por lo tanto, Rusia parece estar tomando medidas para proteger esta conexión vital, a pesar de los ataques ucranianos.
Impacto Limitado en Operaciones Rusas
Aunque el puente de Crimea es un objetivo prioritario para Ucrania, los daños reportados parecen haber sido relativamente menores. Esto indica que, por ahora, el impacto del ataque en las operaciones y el abastecimiento ruso en la región sería limitado.
Sin embargo, la persistencia de los ataques ucranianos contra esta infraestructura clave podría generar mayores preocupaciones y respuestas más contundentes por parte de Rusia en el futuro.
En resumen, el Kremlin ha reconocido el ataque ucraniano, pero niega que haya causado daños estructurales significativos al puente de Crimea. Esto sugiere que, por ahora, la conexión terrestre entre Rusia y la península anexada sigue siendo operativa, a pesar de los esfuerzos de Ucrania por interrumpirla.