Chile y Google han firmado un acuerdo histórico para desarrollar el primer cable submarino de fibra óptica que conectará Sudamérica con Asia y Oceanía. Este proyecto, conocido como Cable Humboldt, unirá la ciudad costera de Valparaíso (Chile) con Sídney (Australia), cubriendo una distancia aproximada de 14.800 kilómetros.
Con una vida útil de 25 años y una capacidad de 144 terabytes por segundo, este cable submarino representa un hito en la conectividad digital de la región. El ministro chileno de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz, destacó que este proyecto le dará a Chile «mayor resiliencia» y «fortalecerá su soberanía digital», al diversificar las rutas de conexión internacional.
Consolidando a Chile como ‘Hub Digital’ de Latinoamérica
El proyecto Cable Humboldt busca posicionar a Chile como un centro neurálgico de la conectividad digital entre Latinoamérica y las regiones de Asia y Oceanía. Esto se debe a que Chile ya cuenta con una de las redes de internet más rápidas de la región, lo que lo convierte en un destino estratégico para este tipo de infraestructura.
Según el gerente general de Desarrollo País, Patricio Rey, este proyecto es especialmente relevante en un «contexto geopolítico complejo», ya que fortalecerá las comunicaciones nacionales y permitirá a Chile aprovechar sus principales socios comerciales en Asia, excluyendo a Estados Unidos.
Décadas de Planificación y Colaboración Internacional
El Cable Humboldt es el resultado de casi una década de planificación y colaboración entre diversos actores. Originalmente propuesto en 2016 durante el segundo gobierno de la ex presidenta Michelle Bachelet, el proyecto ha involucrado a empresas como Huawei y NEC antes de que Google se uniera como socio estratégico.
El director de Infraestructura de Telecomunicaciones de Google para Latinoamérica, Cristian Ramos, asegura que este megaproyecto traerá inversión en sectores clave de la economía digital, como la minería y la astronomía, además de fortalecer la conectividad de la región.
Con el Cable Humboldt, Chile se posiciona como un puente digital entre Latinoamérica y las economías emergentes de Asia y Oceanía, consolidando su rol como hub tecnológico y plataforma de innovación en la región.