Tati Fernández, una querida ex participante del programa «Rojo, el color del talento», recientemente compartió una aterradora experiencia que vivió junto a su pareja, Oliver Borner. En una entrevista en el podcast «No hables con las rubias», Tati narró cómo fueron víctimas de una violenta encerrona, dejándolos conmocionados pero afortunadamente ilesos.
Según el relato de Tati, todo comenzó cuando salían de un evento y se dirigían a su automóvil. Mientras conversaban sobre lo agradable y seguro que era el lugar, de repente un vehículo se colocó a su lado. Oliver notó que los ocupantes parecían estar observándolos, lo que le hizo sospechar que algo no estaba bien.
La situación se tornó dramática cuando el auto se colocó frente al de Tati y Oliver. «Se bajan unos chicos pendejos con pistolas, apuntándonos y todo… fue terrible. Todo esto en silencio, sin hablar»
, relató Tati, visiblemente afectada por la experiencia.
Una Huida Desesperada
Ante la amenaza de los delincuentes armados, Oliver intentó retroceder rápidamente, pero los asaltantes no se lo permitieron. «Yo lo único que le dije fue: ‘¡Choca, retrocede, sal de aquí!’. Yo, mirando para el frente, tenía a un tipo apuntándome acá (gesto de cercanía)…»
, describió Tati, evidenciando el terror que vivieron en ese momento.
Finalmente, Oliver logró escapar de la situación, pero los delincuentes reaccionaron rompiendo el vidrio del vehículo. «Estos loquitos cacharon que nosotros atinamos a arrancar y nos rompen el vidrio por el lado de Oliver. Se tira para atrás, no sé cómo, se mete en una calle… y arrancó»
, relató Tati, aliviada de haber logrado escapar de esa aterradora experiencia.
Lecciones Aprendidas y Reflexiones
Este incidente ha dejado una profunda huella en Tati y Oliver, quienes ahora son más conscientes de la importancia de estar alerta y tomar medidas de seguridad, incluso en entornos que parecen seguros. «Fuimos, salimos de ahí, tomamos el auto, veníamos hablando: ‘Oye, qué lindo el lugar, es bien seguro acá’, y de repente, se pone un auto al lado»
, recordó Tati, lamentando la rapidez con la que la situación se tornó peligrosa.
Esta experiencia también ha servido para reflexionar sobre la creciente violencia que afecta a la sociedad y la importancia de trabajar en soluciones que aborden las raíces de este problema. Tati y Oliver esperan que al compartir su historia, puedan concientizar a otros sobre la necesidad de estar atentos y preparados para enfrentar situaciones similares, sin perder la esperanza de construir una sociedad más segura y justa.
