En un hecho que ha conmocionado a la comunidad, un sacerdote argentino con 27 años de servicio religioso en la provincia de Córdoba se vio envuelto en un escándalo sexual. El padre Sergio Marcelo Romano, párroco de la Catedral Nuestra Señora del Carmen y del Instituto Presbítero Sagrado Corazón, fue captado en video ofreciendo sexo oral a un camionero que se encontraba detenido en una estación de servicio.
El bochornoso incidente ocurrió frente a testigos, quienes no podían creer que el rostro del cura que bendecía la unión entre hombre y mujer fuera el mismo que hacía una propuesta sexual a un conductor de transporte de carga. Según el video que se viralizó en redes sociales, el sacerdote se acercó a la cabina del camión y le preguntó al chofer: «¿Querés que te chupe la p…?«. Ante la negativa del camionero, el cura se retiró rápidamente hacia una camioneta utilitaria estacionada.
Tras el escándalo y los severos cuestionamientos, el padre Romano se limitó a grabar un audio y divulgarlo a través de chats de WhatsApp, en el que se refirió al incidente como un «cimbronazo» y aseguró estar a disposición de lo que decidan las autoridades.
El obispo prelado de Deán Funes, Enrique Eguía, inició una investigación canónica para determinar la veracidad de las acusaciones y resolver en consecuencia. Finalmente, el sacerdote presentó su renuncia, la cual fue aceptada por la Prelatura.
«Nos toca cuidar la fe del pueblo fiel, la credibilidad de la Iglesia y el acompañamiento de las personas. Por eso, no lo excluimos y seguiremos acompañándolo en la fe y en su vocación»
, declaró el obispo Eguía.
Este escándalo ha generado una profunda tristeza y confusión en la comunidad, que se ve sacudida por la conducta inapropiada de un miembro del clero. La Iglesia se enfrenta ahora al reto de restablecer la confianza y la credibilidad, mientras acompaña al sacerdote en su proceso de reflexión y discernimiento.