En una operación de alto impacto, la Policía de Ecuador descubrió una bodega que operaba bajo la falsa fachada del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas (ONU) en la provincia amazónica de Sucumbíos, fronteriza con Colombia. Dentro de este recinto se encontraron grandes cantidades de químicos utilizados para el procesamiento de drogas y la elaboración de explosivos, presuntamente vinculados a los Comandos de la Frontera, un grupo disidente de la desmovilizada guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Según informes de las autoridades, en el operativo se detuvo a un colombiano y tres ecuatorianos, entre ellos a Luis Alberto S. T., quien tenía antecedentes por uso de armas en 2016. Además, se decomisaron más de 49.000 litros de acetona, 23 sacos de Poly Aluminum Chloride (25 kilos cada uno), más de 41 litros de protector siliconado, 3 litros de Detersol Gas, 3 litros de lubricante de grafito, dos envases de herbicida agrícola, 10 canecas de Calcium Hypochlorite y mil adhesivos de productos químicos. También se incautaron un camión, una camioneta y una motocicleta con placas colombianas.
Uso Fraudulento de Identidad de Organización Humanitaria
El Ejército ecuatoriano señaló que «las organizaciones criminales no tienen límites en su accionar, tanto es así que, inclusive utilizan el nombre de ciertas organizaciones internacionales para ocultar su accionar ilegal, en este caso han usado el nombre de un programa de las Naciones Unidas». Esta práctica de utilizar falsas fachadas de entidades legítimas para encubrir actividades ilícitas es una estrategia común entre los grupos delictivos, con el objetivo de pasar desapercibidos y evitar la detección de las autoridades.
Vínculos con Disidencias de las FARC
Las autoridades sospechan que esta bodega clandestina pertenece a los Comandos de la Frontera, un grupo disidente de la desmovilizada guerrilla de las FARC. Estos grupos han sido responsables de varios ataques y emboscadas contra fuerzas de seguridad en la región fronteriza entre Ecuador y Colombia, como el reciente incidente que dejó 12 militares muertos.
La desarticulación de esta peligrosa operación es un golpe significativo contra las actividades ilícitas de estos grupos disidentes, que buscan expandir su influencia y control en la zona fronteriza. La Policía y el Ejército ecuatoriano continuarán trabajando de manera coordinada para combatir estas amenazas a la seguridad y soberanía del país.