La tensión entre Guyana y Venezuela por el territorio del Esequibo continúa escalando. En un discurso en el Parlamento, el ministro de Asuntos Exteriores de Guyana, Hugh Todd, advirtió a Venezuela que su país «no se dejará intimidar ni amenazar» y que no cederá ninguna parte de su territorio.
Todd presentó una moción en el Parlamento para reafirmar la soberanía, la integridad territorial, la independencia y la indisolubilidad de Guyana. La moción también condena enérgicamente las acciones del régimen de Nicolás Maduro, a quien califica como una «violación del derecho internacional y una amenaza para la paz y la estabilidad regionales».
Por su parte, el vicepresidente guyanés, Bharrat Jagdeo, insistió en que cuentan con el apoyo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y de la comunidad internacional en esta disputa. La CIJ ha instado a Venezuela a abstenerse de celebrar elecciones en el Esequibo, reafirmando que las medidas cautelares emitidas en 2023 deben ser implementadas de forma inmediata.
La Posición de Venezuela
El canciller venezolano, Yván Gil, considera que «la amenaza más evidente» contra su país es la intención de convertir a Guyana en un «enclave político-militar» del «imperialismo», con el objetivo de intimidar a Venezuela desde diversas vertientes, incluyendo económicas, políticas y militares.
Gil argumenta que ante estas «amenazas», Venezuela ha decidido elegir una autoridad administrativa para el Esequibo «en democracia, en paz, fiel y respetando el derecho internacional».
La Disputa Histórica
Guyana defiende la validez del Laudo Arbitral de París de 1899, que otorgó la soberanía del territorio a la entonces Guyana Británica. Sin embargo, Venezuela rechaza este laudo y mantiene su reclamación sobre el Esequibo.
Ambos países han intensificado sus esfuerzos diplomáticos y legales para defender sus posiciones, mientras la comunidad internacional observa con preocupación la escalada de tensiones en la región.
Implicaciones Regionales y Globales
La disputa por el Esequibo tiene implicaciones más allá de las fronteras de Guyana y Venezuela. Representa un desafío para la estabilidad y la seguridad regional, con el potencial de generar conflictos y tensiones que podrían afectar a otros países de la zona.
Además, la presencia de recursos naturales valiosos en el Esequibo, como petróleo y minerales, agrega una dimensión económica a la disputa, lo que la convierte en un tema de interés geopolítico a nivel global.
En este contexto, la comunidad internacional ha instado a ambos países a resolver el conflicto de manera pacífica y a través del diálogo, respetando el derecho internacional y los principios de la resolución de controversias.