La Fiscalía francesa ha solicitado una pena de 20 años de cárcel para el cirujano pederasta Jöel Le Scouarnec (74 años), quien admitió haber abusado sexualmente de 299 menores a lo largo de 30 años. Este caso, considerado el mayor juicio contra un pederasta en la historia de Francia, ha conmocionado al país.
Según la acusación, Le Scouarnec cometía sus abusos cuando los pacientes estaban bajo los efectos de la anestesia, aprovechando su posición de confianza como cirujano especialista en el aparato digestivo. El fiscal Stéphane Kellenberger justificó la dureza de la petición de pena «por los problemas graves de la personalidad» del acusado y «la peligrosidad inducida por esos problemas».
Además, el médico apuntaba con detalle en un cuaderno todos los delitos y sus víctimas, lo que permitió a los investigadores identificar a los 299 pacientes de los que abusó entre 1989 y 2014, con una media de 11 años de edad. «Nada más que la prisión» pudo frenar «los impulsos y perversiones» que habitaban en él
, reconoció el propio Le Scouarnec en su última declaración antes del veredicto.
Antecedentes y Nuevas Investigaciones
Cabe destacar que en 2020, Le Scouarnec ya había sido condenado a 15 años de cárcel por abusar y violar a cuatro menores, dos de ellas sobrinas suyas. Ahora, el fiscal Kellenberger afirmó que «probablemente» se abra otro proceso judicial contra el médico a la luz de una nueva investigación preliminar para identificar a posibles nuevas víctimas.
El próximo lunes tendrá lugar el alegato final de la defensa, antes del veredicto del tribunal el miércoles 28 de mayo. Este caso ha generado una gran indignación en Francia y ha puesto en evidencia la necesidad de reforzar los controles y la protección de los menores, especialmente en entornos de confianza como el ámbito médico.
Impacto y Lecciones Aprendidas
El caso del cirujano pederasta Jöel Le Scouarnec ha sacudido los cimientos de la sociedad francesa, revelando la importancia de estar atentos a señales de abuso, incluso en entornos aparentemente seguros. Esta tragedia subraya la urgencia de implementar medidas más estrictas para prevenir y detectar a tiempo este tipo de delitos, así como de brindar un apoyo integral a las víctimas.
Asimismo, este caso pone de manifiesto la necesidad de una mayor sensibilización y educación en torno a la protección de la infancia, tanto en el ámbito médico como en la sociedad en general. Solo a través de una acción coordinada y una mayor conciencia colectiva podremos evitar que se repitan tragedias como esta.