La victoria contundente del partido de Javier Milei en las elecciones legislativas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ha supuesto un duro golpe para la formación del expresidente Mauricio Macri, Propuesta Republicana (Pro), que hasta ahora había dominado la escena política en la capital argentina.
La lista encabezada por el portavoz presidencial, Manuel Adorni, se impuso con el 30,1% de los votos, superando al candidato peronista Leandro Santoro (27,5%) y prácticamente duplicando al partido de Macri, que apenas obtuvo el 15,9% con la candidatura de Silvia Lospennato. Este resultado representa un giro radical en la correlación de fuerzas en la derecha argentina, con La Libertad Avanza (LLA) de Milei consolidándose como la principal fuerza opositora al peronismo.
El Ascenso Meteórico de Milei
El triunfo de Milei en Buenos Aires no es un hecho aislado, sino que se enmarca en su rápido ascenso político a nivel nacional. Tras obtener un sorprendente resultado en las elecciones presidenciales de 2023, donde rondó el 13% de los votos, Milei ha logrado duplicar su apoyo en la capital, convirtiéndose en una alternativa de peso frente al peronismo y a la derecha tradicional representada por Pro.
Según el propio Milei, este triunfo en Buenos Aires es solo el comienzo de su plan para «pintar de violeta todo el país», en referencia a los colores que identifican a su partido. El mandatario se involucró activamente en la campaña, convirtiendo estas elecciones en una prueba de fuego para consolidar a LLA como la principal fuerza opositora al peronismo.
Implicaciones a Nivel Nacional
Los resultados de este domingo tendrán importantes repercusiones en las negociaciones que LLA y Pro vienen manteniendo sobre una posible candidatura conjunta en las elecciones legislativas nacionales de octubre en la provincia de Buenos Aires, el principal distrito electoral del país y un histórico bastión del peronismo.
Tras la derrota en su principal bastión, el expresidente Macri reconoció que el resultado «da para reflexionar mucho» y, pese a cuestionar los ataques recibidos, se mostró dispuesto a dialogar con Milei, afirmando que «si hay respeto, nosotros estamos dispuestos a ver hacia dónde vamos».
En este escenario de profunda polarización política, el triunfo de Milei en Buenos Aires representa un duro golpe para la derecha tradicional y abre nuevos interrogantes sobre el futuro de la oposición al peronismo en Argentina.
