La trágica muerte de Emilia Pinto, una niña de 3 años que falleció mientras era trasladada al Hospital de Puerto Montt, ha desencadenado una serie de medidas urgentes por parte del Servicio de Salud del Reloncaví para mejorar la atención pediátrica en el Hospital de Calbuco.
Como primera acción, el pediatra que anteriormente trabajaba solo 3 días a la semana en el hospital calbucano, ahora pasará a desempeñar sus funciones de lunes a viernes, brindando una mayor disponibilidad y continuidad en la atención de los pacientes pediátricos.
Además, el Servicio de Salud ha anunciado la incorporación de un escáner para el hospital, lo que permitirá mejorar los procesos de diagnóstico y detección temprana de enfermedades. Esto nos ayudará a tener un mejor panorama de la salud de nuestros pacientes y evitar situaciones lamentables como la que vivimos
, señaló Bárbara Del Pino, directora del Servicio de Salud del Reloncaví.
Fortalecimiento del Hospital de Calbuco
Paralelamente, el Servicio de Salud está realizando una auditoría clínica y un sumario administrativo para esclarecer los detalles del fallecimiento de Emilia Pinto. Estos procesos buscan identificar posibles fallas en los protocolos de atención y tomar las medidas correctivas necesarias.
Además, la directora Del Pino hizo un llamado a las autoridades locales para acelerar la tramitación del proyecto de mediana complejidad para el Hospital de Calbuco. Este proyecto contempla la ampliación de camas, la incorporación de nuevas especialidades y la construcción de más pabellones, lo que permitiría brindar una atención más completa y eficiente a la comunidad.
Compromiso con la Seguridad de los Pacientes
Estas acciones reflejan el compromiso del Servicio de Salud del Reloncaví por garantizar una atención médica de calidad y segura para los habitantes de Calbuco. Estamos comprometidos en tomar todas las medidas necesarias para evitar que vuelvan a ocurrir tragedias como esta
, afirmó Del Pino.
La comunidad de Calbuco espera que estas iniciativas se traduzcan en una mejora sustancial en la atención pediátrica y en la prevención de futuros incidentes lamentables. La seguridad y el bienestar de los pacientes, especialmente de los más vulnerables, deben ser la prioridad absoluta del sistema de salud.
