Nelson Acosta, el legendario entrenador que llevó a la Selección Chilena de Fútbol al Mundial de Francia 1998, enfrenta hoy una dura batalla contra el Alzheimer. Según relata Ítalo Traverso, su ex preparador físico y ayudante, Acosta «ya no habla, no hace gestos» y requiere de cuidados constantes, siendo alimentado a través de una sonda.
Esta triste realidad nos recuerda la importancia de honrar a nuestros héroes deportivos mientras aún pueden disfrutar de ese reconocimiento. Como señala Traverso, «había que hacerlo en vida, cuando estaba lúcido, como lo han hecho con Carlos Caszely«. Lamentablemente, parece que los esfuerzos por rendir homenaje a Acosta llegaron demasiado tarde.
Una Trayectoria Imborrable
Nelson Acosta no solo llevó a Chile a su primera clasificación mundialista en 24 años, sino que también dejó una huella indeleble en los clubes que dirigió, como Cobreloa y Everton. Su estilo de juego ofensivo y su capacidad para desarrollar jóvenes talentos lo convirtieron en uno de los entrenadores más respetados y admirados del fútbol chileno.
«Yo creo que hubo un momento en que trataron de hacerle un reconocimiento, pero ya era tarde. Y si lo hacen ahora, ya no sirve.»
– Ítalo Traverso, ex preparador físico de Nelson Acosta.
Legado Olvidado
La triste situación de Acosta nos recuerda que a veces dejamos pasar la oportunidad de honrar a nuestros héroes en vida. Traverso lamenta que los intentos de reconocimiento llegaron demasiado tarde, cuando Acosta ya no podía disfrutar de ese homenaje.
Esta lección debe servir como un llamado a la acción para que, en el futuro, seamos más proactivos en reconocer y celebrar a aquellos que han dejado una huella imborrable en nuestro deporte. Solo así podremos asegurarnos de que el legado de figuras como Nelson Acosta no sea olvidado.
Un Recordatorio de la Fragilidad Humana
La lucha de Acosta contra el Alzheimer también nos recuerda la fragilidad de la condición humana. Incluso los más grandes deportistas y entrenadores no están exentos de enfermedades debilitantes que pueden arrebatarles su legado y su dignidad.
Este caso debe servir como un llamado a la empatía y la compasión hacia aquellos que enfrentan enfermedades neurodegenerativas. Debemos asegurarnos de que, incluso en sus momentos más difíciles, reciban el cuidado y el apoyo que merecen.
Honrando a los Héroes
La historia de Nelson Acosta nos enseña que debemos aprovechar cada oportunidad para reconocer y celebrar a aquellos que han hecho contribuciones extraordinarias a nuestro deporte. Solo así podremos asegurarnos de que su legado perdure y que su sacrificio no sea olvidado.
Que el caso de Acosta sirva como un recordatorio de que debemos actuar con prontitud y generosidad para honrar a nuestros héroes, antes de que sea demasiado tarde.
