Robert F. Kennedy Jr., el actual Secretario de Salud de Estados Unidos y figura prominente del movimiento antivacunas, ha causado controversia al publicar imágenes de él y sus nietos bañándose en el Río Rock Creek, un afluente en Washington D.C. que está prohibido para el baño debido a altos niveles de contaminación fecal y bacterias dañinas.
Las fotografías, compartidas en su perfil de X el pasado Día de la Madre, muestran a Kennedy sumergido por completo en el arroyo, así como bañando a uno de sus nietos y mojando sus propios pies. Sin embargo, el Servicio de Parques Nacionales advierte claramente que nadar, vadear o tener cualquier contacto con el agua de Rock Creek representa un peligro para la salud debido a la presencia generalizada de Escherichia coli (E. coli) y otros patógenos infecciosos.
Un Historial Cuestionado
Este no es el primer incidente que pone en duda el juicio y las acciones de Robert F. Kennedy Jr. En su juventud, fue apodado el «aventurero temerario» por su reputación de comer carne de animales silvestres durante viajes a Sudamérica y safaris en África, lo que le causó diversas enfermedades. También fue criticado por el cuestionado manejo de cadáveres de animales, como una ballena y un oso.
Incluso llegó a declarar que «un gusano parásito se metió en mi cerebro, se comió una parte y luego murió«. Ahora, como Secretario de Salud, su decisión de exponerse y exponer a sus nietos a un río contaminado pone en duda su capacidad para liderar la agencia encargada de proteger la salud pública.
Riesgos para la Salud Pública
Según la Autoridad de Agua y Alcantarillado de Washington D.C., el Río Rock Creek recibe 150 millones de litros de aguas residuales sin tratar y aguas pluviales desbordadas cada año. Esto ha provocado altos niveles de bacterias y otros patógenos que pueden causar enfermedades graves, especialmente en niños y personas con sistemas inmunitarios débiles.
Protéjase y proteja a sus mascotas permaneciendo en los senderos y fuera del arroyo. Todos los cursos de agua del Distrito tienen prohibido nadar, ¡y esto también incluye vadear!
, advierte el Servicio de Parques Nacionales.
La decisión de Kennedy de ignorar estas advertencias y exponerse a sí mismo y a sus nietos a estos riesgos sanitarios plantea serias preocupaciones sobre su juicio y su capacidad para desempeñar adecuadamente su cargo como Secretario de Salud. Su historial de posturas antivacunas y comportamientos cuestionables solo agravan aún más la situación.
Impacto en la Credibilidad y Confianza
Este incidente pone en tela de juicio la credibilidad de Kennedy como líder de salud pública y puede socavar la confianza del público en las recomendaciones y políticas de su departamento. Su desafío a las advertencias y normas de seguridad establecidas podría enviar un mensaje peligroso, especialmente en un momento en que la salud y el bienestar de la población deberían ser la máxima prioridad.
Hasta el momento, Kennedy no se ha pronunciado sobre las críticas y cuestionamientos que han surgido a raíz de este suceso. Sin embargo, es fundamental que el Secretario de Salud de Estados Unidos establezca un ejemplo de responsabilidad y compromiso con la protección de la salud pública, en lugar de poner en riesgo la seguridad de los ciudadanos.