El gobierno de Argentina ha anunciado una serie de medidas para reducir los precios de productos tecnológicos como celulares, televisores y aires acondicionados. Estas acciones tienen como objetivo principal aumentar la competencia y hacer que los precios de estos artículos en Argentina se equiparen a los de países vecinos como Chile y Brasil.
Eliminación de aranceles y reducción de impuestos
Según información oficial, el gobierno publicará en los próximos días un decreto que eliminará los aranceles de importación de teléfonos celulares, que hasta ahora tributaban 16%. Además, se reducirá el impuesto interno de 19% a 9,5% para celulares, televisores y aires acondicionados importados. Para los productos fabricados en Tierra del Fuego, el impuesto interno bajará del 9,5% al 0%.
Por otro lado, los aranceles para las consolas de videojuegos también se reducirán, pasando del 35% al 20% a partir de la publicación del decreto.
Impacto en precios y competencia
Según las autoridades, estas medidas provocarán una baja general de los precios de los productos electrónicos importados, estimada en alrededor del 30%. Esto permitirá que los precios en Argentina se equiparen a los de países vecinos como Chile, donde un celular de primera marca cuesta 1.147 dólares, frente a los 2.566 dólares que cuesta en Argentina.
Además, se espera que la mayor competencia en el mercado ofrezca a los consumidores argentinos una mayor variedad de modelos y marcas a precios más accesibles.
Impacto en el turismo
Estas medidas podrían tener un impacto significativo en el turismo, ya que muchos argentinos suelen viajar a Chile para comprar productos tecnológicos a precios más bajos. Si los precios en Argentina se equiparan, es posible que disminuya la afluencia de turistas argentinos a Chile, lo que podría representar una pérdida importante de ingresos para el sector turístico chileno.
En resumen, el gobierno argentino está implementando una serie de medidas para reducir los precios de productos tecnológicos y aumentar la competencia en el mercado. Esto podría afectar la atracción de turistas argentinos a Chile, quienes suelen aprovechar los viajes para adquirir estos artículos a precios más convenientes.
