Víctimas de Estafa Automotora Cumbres Exigen Justicia: Un Caso de Evasión y Burla
La historia de la automotora Cumbres y sus víctimas se ha convertido en un caso emblemático de estafa y evasión de la justicia. Hace algunos días, el dueño de la empresa, Sebastián Vera, quien enfrenta denuncias por estafa por la entrega de vehículos que hasta el día de hoy permanecen desaparecidos, publicó videos en sus redes sociales que reavivaron el malestar de quienes fueron perjudicados.
En los registros difundidos a través de Instagram, Vera se jactó de estar «emprendiendo» en Miami, Estados Unidos, y calificó a la ciudad de Concepción como «muy apestante (sic), muy envidiosa». Esta actitud burlona y desafiante hacia las víctimas ha generado aún más indignación y frustración entre quienes esperan justicia.
«Es una falta de respeto. Imagínate todas las personas que somos las afectadas, o sea, somos muchas y son como treinta personas de los que sabemos que se han querellado».
Según Claudia Rivas, una de las víctimas de la estafa, el empresario «jugó con las ilusiones de todos nosotros» al prometer pagos que nunca concretó. La abogada de las víctimas, Catalina Poblete, señala que la causa no ha tenido ningún avance favorable, a pesar de que se han solicitado diligencias básicas como tomar declaración a los afectados y ubicar al imputado.
Lentitud de la Investigación y Evasión del Imputado
La lentitud de la Fiscalía en la investigación del caso ha sido un punto de frustración para las víctimas. Según Poblete, no se han realizado acciones concretas, como tomar declaración a los testigos ofrecidos o ubicar al imputado, lo que dificulta una eventual formalización y posible extradición de Vera, quien al parecer se encuentra fuera del país.
La Fiscalía, por su parte, ha señalado que el reclamo será respondido a la persona que lo presentó por vía formal. Mientras tanto, todas las denuncias se encuentran agrupadas y se ha dado orden a la Bridec de la PDI para realizar diligencias investigativas.
Impacto en las Víctimas y Llamado a la Justicia
Para las víctimas, la situación es devastadora. Después de haber confiado en la automotora Cumbres y haber sido estafados, ahora se enfrentan a la burla y evasión del imputado, quien parece estar disfrutando de una vida en el extranjero mientras ellos siguen esperando respuestas y justicia.
«Al final este tipo jugó con las ilusiones de todos nosotros porque sí le daba a entender que iba a pagar. Enviaba comunicados y nunca lo hacía».
El caso de la automotora Cumbres se ha convertido en un símbolo de la necesidad de una justicia más ágil y efectiva, capaz de proteger a los ciudadanos de este tipo de delitos y de hacer rendir cuentas a los responsables, sin importar dónde se encuentren.
