El Papa León XIV, recién elegido como sucesor de Pedro, lamentó en su primera homilía que en la actualidad «son muchos los contextos en los que la fe cristiana se considera un absurdo, algo para personas débiles y poco inteligentes». Ante esta realidad, el Pontífice urgió a la Iglesia a «anunciar el Evangelio donde se ridiculiza a quien cree, se le obstaculiza y desprecia, o, a lo sumo, se le soporta y compadece».
El Papa, de nacionalidad estadounidense y nombre de nacimiento Robert Francis Prevost, señaló que estos ambientes «en los que no es fácil testimoniar y anunciar el Evangelio» son precisamente donde la misión de la Iglesia es más urgente. Pues, según explicó, «la falta de fe lleva a menudo consigo dramas como la pérdida del sentido de la vida, el olvido de la misericordia, la violación de la dignidad de la persona en sus formas más dramáticas, la crisis de la familia y tantas heridas más que acarrean no poco sufrimiento a nuestra sociedad».
Recuperar la Centralidad de Jesús
El nuevo Papa también criticó la visión de algunos que reducen a Jesús «solamente a una especie de líder carismático o a un superhombre», incluso entre muchos bautizados, lo que termina llevando a «un ateísmo de hecho».
León XIV pidió a los cardenales presentes que, «como enseñó muchas veces el papa Francisco», den «testimonio de la fe gozosa en Jesús Salvador». Para ello, dijo, «es fundamental hacerlo antes de nada en nuestra relación personal con Él, en el compromiso con un camino de conversión cotidiano. Pero también, como Iglesia, viviendo juntos nuestra pertenencia al Señor y llevando a todos la Buena Noticia».
Hacerse Pequeño para que Dios sea Glorificado
Finalmente, el nuevo Pontífice expresó su deseo de que durante su misión como sucesor de Pedro pueda «hacerse pequeño» para que «Dios sea conocido y glorificado» y pueda «gastarse hasta el final para que a nadie falte la oportunidad de conocerlo y amarlo».
Con este llamado a la Iglesia a recuperar la centralidad de Jesucristo y a anunciar el Evangelio con valentía, incluso en contextos hostiles, el Papa León XIV inicia su pontificado con un claro enfoque en la evangelización y la revitalización de la fe cristiana en un mundo cada vez más escéptico.
