En un acto de violencia que ha conmocionado a la comunidad, un niño de 12 años fue víctima de un brutal apuñalamiento en las calles de Recoleta, Santiago. El incidente ocurrió durante la madrugada de este miércoles, cuando el joven caminaba por la calle Cerro Blanco y fue abordado por al menos dos individuos, quienes lo atacaron con armas blancas.
Según las autoridades, el niño recibió un total de cinco puñaladas en diferentes partes de su cuerpo, incluyendo sus extremidades y espalda. Tras el ataque, el propio herido se las arregló para llegar al SAR de La Pincoya, desde donde fue derivado al Hospital San José, donde actualmente se encuentra fuera de riesgo vital.
La Fiscalía Centro Norte, a cargo del caso, indicó que aún se desconoce si el ataque fue motivado por rencillas anteriores o si se trató de un intento de asalto. Las investigaciones continúan para esclarecer los hechos y dar con los responsables de este acto de violencia.
Comunidad en Shock y Llamados a la Acción
La noticia del ataque al niño ha generado una ola de conmoción y preocupación en la comunidad de Recoleta. Vecinos y líderes locales han expresado su indignación y han hecho un llamado a las autoridades para que tomen medidas urgentes para garantizar la seguridad de los residentes, especialmente de los más vulnerables.
«Es inaceptable que nuestros niños no puedan caminar con tranquilidad por las calles de su propio barrio. Exigimos una respuesta contundente y acciones concretas para prevenir este tipo de hechos violentos»
, declaró una representante de la junta de vecinos.
Iniciativas de Apoyo y Prevención
En respuesta a este incidente, la Municipalidad de Recoleta ha anunciado la implementación de un plan integral de seguridad, que incluye el aumento de la vigilancia policial, la instalación de cámaras de seguridad en puntos estratégicos y la puesta en marcha de programas de prevención de la violencia dirigidos a jóvenes y familias de la zona.
Además, organizaciones comunitarias y grupos de voluntarios han iniciado campañas de recaudación de fondos y donaciones para brindar apoyo médico y psicológico a la víctima y su familia, así como para fortalecer los esfuerzos de prevención y rehabilitación en la comunidad.
Este lamentable incidente ha puesto de manifiesto la urgente necesidad de abordar la violencia y la inseguridad que afectan a los barrios de Santiago. La comunidad de Recoleta está unida en su determinación de encontrar soluciones duraderas y garantizar la protección de todos sus habitantes, especialmente de los más vulnerables.