Gissella Gallardo, la conocida panelista de televisión, abrió su corazón en el programa Hay Que Decirlo de Canal 13 para compartir una experiencia personal que marcó su vida. En medio de una discusión sobre las decisiones difíciles en las relaciones de pareja, Gallardo reveló que en su juventud, decidió abandonar su carrera de Periodismo para acompañar a su entonces pareja, el exfutbolista Mauricio Pinilla.
Con total honestidad, Gallardo confesó que hoy se encuentra muy arrepentida de esa decisión: «Por favor, como experiencia personal, no dejen su vida de lado por nadie, nunca». Explicó que al dejar sus estudios, se «postergó» y que esta es una situación que muchas mujeres enfrentan al seguir a sus parejas o al convertirse en madres.
Según relató, fue el propio Pinilla quien le pidió que dejara la universidad para irse a vivir juntos. Más tarde, intentó retomar la carrera, se casaron, pero nunca llegó a titularse: «Tenía que volver a estudiar un año y me daba lata, porque ya era 2017», comentó.
Con 43 años y luego de una reciente reconciliación con el padre de sus tres hijos, Gissella reflexionó sobre lo que perdió y lo que aprendió de esta experiencia: «Cuando él me conoció yo era trabajólica, súper independiente… Pero con 20 años, una se arriesga
«. Y cerró con un poderoso mensaje: «Entonces, por favor, no dejen sus sueños de lado».
El Arrepentimiento de Dejar Atrás sus Metas
El testimonio de Gissella Gallardo es una advertencia para aquellas mujeres que, en nombre del amor, han dejado de lado sus propios objetivos y aspiraciones. Ella misma reconoce que, al ceder a los deseos de su pareja, terminó postergando su carrera y su desarrollo personal.
Esta situación es más común de lo que se cree. Muchas mujeres, seducidas por la idea del «amor todo lo puede», terminan renunciando a sus sueños y proyectos para acompañar a sus parejas. Sin embargo, como lo demuestra el caso de Gissella, esto puede generar un profundo arrepentimiento y frustración a largo plazo.
Aprender a Equilibrar el Amor y los Sueños
La lección que deja el testimonio de Gissella Gallardo es que es posible y necesario encontrar un equilibrio entre el amor y el desarrollo personal. Ella misma reconoce que, cuando conoció a Pinilla, era una mujer «trabajólica» y «súper independiente». Esa esencia no debería haberse perdido por completo.
El mensaje de Gissella es claro: las mujeres no deben dejar de lado sus sueños y aspiraciones por seguir a sus parejas. Deben aprender a priorizar su propio crecimiento y bienestar, sin renunciar al amor. Sólo así podrán evitar el arrepentimiento y la frustración que ella misma experimentó.
En definitiva, el testimonio de Gissella Gallardo es una valiosa lección sobre la importancia de mantener la propia identidad y los objetivos personales, incluso en el contexto de una relación amorosa. Una advertencia que puede resonar en muchas mujeres que se encuentran en una encrucijada similar.