En un momento de profunda emoción y recogimiento, miles de personas se han reunido en la imponente Basílica de San Pedro, en el Vaticano, para despedir al Papa Francisco. El féretro abierto del sumo pontífice ha sido llevado en procesión a hombros por los ‘sediarios’ pontificios y escoltado por la Guardia Suiza, hasta ser colocado ante el Altar de la Confesión.
La multitud que se ha congregado en torno al Vaticano es impresionante, con cientos de agentes y miembros de la protección civil presentes para controlar el tráfico y guiar a los fieles que han acudido para dar su último adiós al amado líder espiritual. Francisco ha sido una figura transformadora durante su papado, destacando por su humildad, cercanía y compromiso con los más desfavorecidos.
Un legado de compasión y servicio
A lo largo de sus 8 años como Pontífice, Francisco se ha ganado el respeto y el cariño de millones de personas en todo el mundo. Su enfoque en la misericordia, la justicia social y el diálogo interreligioso ha sido un faro de esperanza en tiempos turbulentos. Él nos enseñó a mirar más allá de las diferencias y a encontrar la humanidad que nos une
, comenta uno de los fieles presentes.
Inspirando al mundo con su ejemplo
Más allá de sus responsabilidades institucionales, Francisco se ha distinguido por su cercanía y su compromiso personal con los más necesitados. Sus visitas a hospitales, cárceles y barrios marginales han sido un poderoso recordatorio de que la Iglesia debe estar al servicio de los pobres y los excluidos. Él nos mostró que el verdadero liderazgo se basa en la humildad y el servicio
, afirma un sacerdote presente en la ceremonia.
A medida que el mundo se despide de este Pontífice excepcional, queda claro que su legado de compasión y justicia social seguirá inspirando a millones de personas a construir un mundo más justo y solidario.
