El Gobierno de Chile se ha visto en una encrucijada diplomática al decidir pausar el avance del proyecto astronómico chino en Cerro Ventarrones, Región de Antofagasta. Esta decisión se produjo tras una serie de advertencias por parte de Estados Unidos, que alertaron sobre los posibles riesgos estratégicos que podría conllevar el observatorio.
El proyecto, conocido como TOM (Telescopio de Observación de Objetos Cercanos a la Tierra), es un telescopio de alta precisión diseñado para estudiar objetos próximos a nuestro planeta. Sin embargo, altos funcionarios estadounidenses, incluyendo a la exembajadora Bernadette Meehan y el nuevo nominado a la embajada, Brandon Judd, manifestaron su preocupación por un eventual «uso dual» de la infraestructura, es decir, fines científicos, pero también de observación estratégica o incluso militar.
Tensiones Geopolíticas y Soberanía Tecnológica
Las advertencias de Estados Unidos se centraron en la capacidad del telescopio chino para rastrear satélites en órbita, una actividad que podría tener implicaciones en el ámbito de la defensa. Esto ha abierto un intenso debate sobre el tipo de acuerdos internacionales que las universidades chilenas, especialmente las privadas, pueden firmar en materias tan sensibles como la observación espacial.
Desde sectores diplomáticos y académicos, se ha planteado la necesidad de diseñar una estrategia nacional en infraestructura astronómica, que considere no solo el valor científico de estos proyectos, sino también sus implicancias en materia de seguridad nacional y soberanía tecnológica. Es crucial que Chile mantenga el control y la transparencia sobre este tipo de acuerdos, para evitar ser utilizado como peón en las tensiones geopolíticas entre las grandes potencias
, señaló un experto en relaciones internacionales.
Cooperación Científica Internacional en Jaque
La reacción del gobierno chino no se hizo esperar. A través de un comunicado emitido por la embajada en Chile, el país asiático acusó a Estados Unidos de intentar frenar la cooperación científica entre Chile y China, calificando el episodio como «una expresión moderna de la Doctrina Monroe».
China sostiene que las objeciones de Estados Unidos son de carácter político, no científico, y acusó a Washington de ejercer presiones hegemónicas para obstaculizar la expansión tecnológica del gigante asiático en América Latina. Confiamos en que el pueblo chileno no se dejará engañar y que los intentos estadounidenses no tendrán éxito
, expresó la embajada china.
Implicaciones para la Cooperación Científica
Este episodio ha puesto en jaque la cooperación científica internacional, al evidenciar cómo las tensiones geopolíticas pueden interferir en proyectos de investigación y desarrollo tecnológico. Expertos en la materia advierten que Chile debe encontrar un equilibrio entre mantener su soberanía y aprovechar las oportunidades que ofrecen las alianzas científicas globales.
Conclusión: Navegando entre Intereses Geopolíticos y Avance Científico
El caso del observatorio astronómico chino en Antofagasta demuestra la complejidad que enfrentan países como Chile al buscar equilibrar sus relaciones internacionales y su desarrollo científico-tecnológico. Será crucial que el Gobierno chileno diseñe una estrategia integral que le permita aprovechar los beneficios de la cooperación científica global, sin comprometer su seguridad nacional ni su soberanía tecnológica.
